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El servicio de bicicletas se amplía hacia el norte y sube la velocidad a 25 km/h

BiciMad crecerá un 30% en 2015 para cubrir desde Atocha hasta la plaza de Cuzco Suma 8.179 usuarios y 40.000 recorridos desde su puesta en marcha en junio Sigue sufriendo averías informáticas y fallos en el cobro a los ciudadanos

EL PAÍS

El Ayuntamiento de Madrid está trabajando ya para ampliar el año que viene el servicio público de alquiler de bicicletas a la mayor parte de la almendra central.

Las 123 estaciones y 1.560 vehículos disponibles están distribuidos ahora en el rectángulo delimitado por la calle de Bailén; el paseo del Pintor Rosales; las calles de Alberto Aguilera, Sagasta y Génova; las calles de Padilla y de Doctor Esquerdo; la avenida de Barcelona y la ronda de Toledo.

Según ha podido saber EL PAÍS de fuentes municipales, esta área se ampliará en 2015 hacia el norte, que es donde se ha registrado una mayor demanda de usuarios potenciales. Se incluirá así el perímetro contiguo delimitado por las calles de Blasco de Garay y de Cea Bermúdez; las calles de Bravo Murillo y de Mateo Inurria; la avenida de Pío XII y la calle del Príncipe de Vergara; y la calle de Francisco Silvela.

Se ampliará entre un 25% y un 30% el número de estaciones (35 más) y de bicicletas (400 más).

El servicio lo presta la empresa navarra Bonopark, a la que se adjudicó el contrato en concurso público por 25 millones de euros durante los próximos 10 años.

Ese contrato incluye la posibilidad de ampliar el servicio un 30% anual con el consiguiente incremento del pago; así, fuentes del área de Medio Ambiente y Movilidad han calculado que la extensión prevista en 2015 supondrá aproximadamente 600.000 euros adicionales, hasta sumar un coste de cerca de tres millones anuales para las arcas municipales.

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El concejal de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito (PP), ha justificado esta ampliación del servicio en que “se ha generado mucha demanda”. BiciMad entró en funcionamiento el pasado 22 de junio, y desde entonces se han registrado 8.179 usuarios y 40.000 usos. En la última semana, de hecho, se han producido de media 2.500 usos diarios, según detalló el Ayuntamiento.

Precisamente ayer, Bonopark anunció que la velocidad de las bicicletas, limitada inicialmente a 18 kilómetros por hora, se ha aumentado hasta los 25 kilómetros por hora, el máximo legal.

Esa era la intención inicial de Bonopark, que llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para limitar la velocidad máxima que pueden alcanzar los motores eléctricos de estos vehículos por motivos de seguridad. Ahora, fuentes municipales consideran que se puede prescindir de esa restricción; por su parte, Bonopark ha justificado la decisión en que así se “facilitará la integración de BiciMad en la circulación” urbana.

Sanjuanbenito presumió ayer de que el servicio de bicicleta pública de Barcelona, implantado en marzo de 2007, no llegó a superar los 5.000 usuarios hasta un mes después de ponerse en marcha, frente a los más de 8.000 registrados en Madrid en ese mismo periodo. La capital tiene 3.215.633 habitantes, frente a los 1.611.822 de la ciudad catalana.

En Barcelona, el servicio se inició con 14 estaciones y 200 bicicletas. En mayo, dos meses después de su puesta en marcha, tenía 20.000 usuarios. Ahora cuenta con 99.000, que suman unos 50.000 desplazamientos diarios. Dispone de 6.000 bicicletas y 420 estaciones. A finales de año, la capital catalana pondrá en marcha un servicio similar al de Madrid, con bicis eléctricas (inicialmente, 300 repartidas en 45 estaciones).

El Ayuntamiento de Madrid ha presumido, además, de que el servicio en Barcelona tardó bastante más de un mes en “estabilizarse”, es decir, en funcionar sin incidencias graves como las que ha sufrido en la capital durante estas semanas. Sanjuanbenito afirmó ayer que ya opera con “normalidad” pese a “incidencias y reticencias”. Achacó esos problemas a la “gran demanda”.

El servicio se inauguró el 23 de junio, pero durante una semana careció de usuarios porque las estaciones (tótems) estaban colapsadas. Aún ahora el servicio está restringido por las dificultades técnicas a los usuarios ocasionales, y se producen aún problemas de facturación como el que ha llevado a cobrar un céntimo de más por cada recorrido realizado.

Sanjuanbenito hizo alusión también al “elevado número de accesos no autorizados”, es decir, ataques informáticos. “Aunque haya gente empeñada en sabotearlo, ya funciona”, concluyó.

La oposición no comparte su optimismo. El líder socialista, Jaime Lissavetzky, ha censurado la “improvisación” municipal, que “devino en caos y sigue sin disiparse”, poniendo “a prueba la paciencia de los madrileños”.

La concejal de IU Raquel López cree que el servicio debería “extenderse a todos los barrios y no concentrarse sólo en el centro y los turistas”. En su opinión, supone un “vía crucis” para el usuario ocasional; además, ve injusto que se retengan 150 euros en la cuenta a estos usuarios.

El edil de UPyD Jaime de Berenguer ha denunciado “fallos de diseño de las bicicletas” (una mochila en la cesta delantera obstruye el faro), y “un problema de compatibilidad del espacio público” (en concreto, en su coexistencia con terrazas, etcétera), en el que coinciden socialistas e IU.

19 vehículos robados en un mes

F. JAVIER BARROSO

En el primer mes de funcionamiento, un total de 19 bicicletas de alquiler han sido sustraídas y recuperadas, según los datos facilitados por Bonopark, la empresa concesionaria del servicio. Este número representa un exiguo 1,2% de los 1.560 vehículos repartidos en las 123 estaciones que se distribuyen por la almendra central de Madrid.

Las bicicletas han sido robadas por diversos puntos y en la actualidad no hay un mapa claro de mayor incidencia de sustracciones. Lo que no saben muchas veces los ladrones es que los vehículos van dotados de un sistema GPS, que permite su localización en poco tiempo. “Las hemos recuperado gracias a ese GPS, a ciudadanos que las han visto fuera de los lugares de aparcamiento y, por supuesto, a la Policía Nacional”, relatan fuentes de Bonopark.

La primera denuncia por sustracción se interpuso en la comisaría de Tetuán a los pocos días de iniciarse el servicio, el pasado 23 de junio. El GPS permite conocer el recorrido de cada una de las bicicletas, el tiempo que ha durado y hasta las paradas. El 11 de julio, la policía detuvo a cuatro personas, y al día siguiente a otras dos, por sustraer estos vehículos.

Cada bicicleta cuesta unos mil euros, pues van dotadas de un motor eléctrico que permite al usuario afrontar pendientes pronunciadas o largos recorridos sin hacer un esfuerzo extraordinario. Eso las convierte en un reclamo bastante importante para los amantes de lo ajeno. El problema es que el precio de mil euros convierte en delito su robo. Se trata de un caso de hurto, ya que no media ni la fuerza ni la violencia. Acarrea así una condena de entre seis y 18 meses de prisión.

Los robos se producen a veces porque los usuarios no anclan bien las bicicletas a la base. Es necesario utilizar algo de fuerza para que queden aseguradas. Si no se hace de esta manera y la luz lateral pasa de rojo a verde, cualquier persona que pase por la zona podrá llevársela sin violencia.

Las bicis también han sufrido actos vandálicos en este tiempo. Se han traducido en rotura de manillares o de la cadena, en destrozos de los faros delanteros y en pinchazos de ruedas. Un caso más grave se registró en la avenida del Mediterráneo, donde de manera sistemática eran reventadas las ruedas de las bicis. Ocurría todas las noches, según la empresa.

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