La Carpa abandona su terreno en Sevilla por desencuentros municipales

No hay suelo donde clavar las estacas de la carpa de tela roja y blanca que desde hace cuatro años está instalada en un terreno municipal del barrio de Miraflores de Sevilla y que ha acogido bajo su vuelo una actividad cultural, social y educativa diaria y diversa. El proyecto cultural autogestionado La Carpa Espacio Artístico, conformado por ocho colectivos y que cuenta con 1.500 socios, disfrutaba hasta el pasado miércoles de 2.164 metros cuadrados que habían sido cedidos por el Ayuntamiento de Sevilla durante cuatro años gracias a un convenio de colaboración.

Pero este convenio expiró el pasado miércoles y los miembros de La Carpa desconocen aún si se ha prorrogado el permiso para continuar con sus actividades, actuaciones, talleres y programación cultural. Como consecuencia, La Carpa dejará ese espacio y buscará otro lugar en el que instalarse con la condición de que la nueva ubicación no dependa del Ayuntamiento de Sevilla. Hoy domingo ofrecerán su última actuación, Esperando a Godot, una obra dirigida por Joan Font de la compañía catalana Els Comediants.

La asociación está integrada por ocho colectivos y tiene 1.500 miembros

En noviembre de 2013, La Carpa solicitó al Ayuntamiento que se prorrogase el convenio por otros cuatro años. “Pero no nos responden, no hay apenas comunicación. Durante este tiempo hemos tenido luz en generadores y agua en contenedores, necesitamos otras condiciones”, dice el arquitecto Santiago Cirugeda, cuyo colectivo Recetas Urbanas forma parte de La Carpa.

“No sabemos aún si nos han prorrogado el convenio y no nos arriesgamos a seguir. Hace más de dos años que hemos pedido una cita con la delegada de Cultura pero no nos atiende. Con quien sí nos hemos reunido varias veces es con el director de proyectos del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla pero al principio ni nos conocía y no tiene apenas potestad”, explica Jorge Barroso Bifu, cofundador del espacio La Carpa y galardonado por la Unión de Actores en 2012 con el Premio a la solidaridad por este proyecto.

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Sevilla indican que no les consta que se haya pedido una reunión con la delegada y que el proceso del convenio sigue abierto, que todavía no se ha tomado la decisión de prorrogarlo o no porque, según aseguran, falta documentación por entregar, como un informe medioambiental. No obstante, los gestores de la carpa confirman que han entregado ya todo lo posible. “Más no podemos hacer, si falta algún documento es porque el propio Ayuntamiento colapsa los trámites y nos solicita informes que saben previamente que no podemos tener en el plazo requerido”, dice Alice Attout, que se encarga de las cuestiones burocráticas.

La agrupación lleva dos años esperando una reunión con la delegada de Cultura

Los miembros más destacados de La Carpa, como Pepe Quero, de Los Ulen; el actor Vicente Romero o José María Peña, de Síndrome Clown han participado en un video-comunicado en el que cuentan además que en estos cuatro años de funcionamiento no ha ido a visitarles ningún representante municipal, que se han hecho eco de su funcionamiento medios como BBC o Al Jazeera y que los proyectos arquitectónicos que se han levantado allí, fundamentalmente obra de Cirugeda, están presentes en exposiciones internacionales de arte.

“Nos mudamos. No queremos que nos multen por cada día de utilización de este espacio para un curso, un taller u otra actividad. Pero La Carpa no va parar, hemos crecido y buscaremos un espacio mejor”, dice Angi Paz, del taller de costura Engatosarte, que forma parte del colectivo. Como explican en su vídeo-comunicado, un circo siempre es ambulante, “una estructura móvil circense”, así que estamos preparados para instalarnos en otro rincón de Sevilla. Queda por ver en qué terreno clavará sus estacas La Carpa.