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Un programa informático rellenaba los cursos ‘online’ que cobraba Aneri

El fraude del empresario fue descubierto al detectarse que no había absentismo

Oficinas de Sinergia.
Oficinas de Sinergia. KIKE PARA

La estafa diseñada por el empresario José Luis Aneri para quedarse con dinero de las arcas públicas para cursos de formación —se investiga el destino de 11 millones de euros— fue posible gracias a un programa informático. El sistema, diseñado por técnicos contratados por sus sociedades, le sirvió para replicar datos ficiticios de alumnos y para conseguir así más dinero en subvenciones para cursos online.

Aneri conseguía las ayudas del Estado y de la Comunidad para una treintena de asociaciones empresariales a las que supuestamente ha estafado. Gestionaba todo el proceso desde sus empresas, la más importante de ellas Sinergia Empresarial en la calle de Orense. Parte esencial de ese proceso era lograr clientes; cuantos más alumnos, más capacidad de conseguir subvenciones para las asociaciones. Sin embargo, Aneri no solía captar clientes. Sus alumnos procedían de bases de datos de alumnos reales que le daban las asociaciones o bien directamente se los inventaba.

Pero fuentes de las investigación observaron que había un patrón en el sistema de Aneri. Se trataba de una falsificación masiva de datos a través de su plataforma digital. Ese patrón es tan regular y perfecto que no es humano. Es decir, los falsos alumnos de Aneri cumplían todos los requisitos de la convocatoria para ser considerados alumnos finalizados. Por ejemplo, se exige que los estudiantes hayan realizado, al menos, el 75% de los ejercicios. Los alumnos reales de otras convocatorias suelen ajustarse a ese porcentaje. Pero los esforzados alumnos virtuales de Aneri rellenaban todos el 100% de los ejercicios. También todos solían conectarse a la plataforma digital de Aneri en las mismas horas y todos tenían más o menos el mismo número de conexiones. Todos esos alumnos virtuales tenían números de NIF reales.

Los alumnos eran demasiado perfectos para ser humanos

Según fuentes del caso, era difícil pillarlo porque al tratarse de una plataforma virtual, si alguien intentaba investigar más profundamente, solo veía que había gente conectada haciendo los cursos.

Aneri se valió de la tecnología y de la falta de control de la Comunidad de Madrid en los planes de cursos de teleformación para realizar su estafa a las asociaciones que recibieron el dinero del organismo regional. Estas deben ahora mucho dinero a la Comunidad, que les reclama cantidades de hasta 300.000 euros. No pagarlas puede suponer el embargo y, en algunos casos, la desaparición de algunas de las asociaciones.

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La CEIM se reúne para buscar soluciones a la estafa millonaria

El jueves hubo una reunión en la CEIM para tratar el asunto. La mayoría de las asociaciones estafadas pertenecen a la patronal madrileña. Algunas de ellas aseguran que aún no han denunciado el asunto porque están esperando a crear una plataforma con la que interponer una querella conjunta contra Aneri y porque aún están tratando de justificar parte de lo estafado. Afirman estar revisando documentación.

Es el hermano de Aneri, Joaquín Aneri, y un socio de aquel, Leonardo del Rey Aranda, quienes revisan los expedientes de Sinergia para ver si encuentran papeles con los que justificar parte del dinero perdido. Lo hacen a través de Integral Learning Consultores, una empresa con sede en Córdoba creada a finales de octubre de este año.

Esa fecha coincide prácticamente con el momento en el que las empresas se enteraron de lo ocurrido. La Comunidad les concedió entonces varios meses para que justificaran las ayudas, según señalas fuentes de las asociaciones. Eso ocurrió poco después del verano, cuando los técnicos de la Comunidad les llamaron para que justificaran el dinero concedido ya que no se sabía nada de Aneri. Este había entrado en una espiral de gastos suntuosos y drogas y no daba señales de vida a sus allegados.

Robo sin denuncia en la oficina

Rodrigo Casteleiro

El misterio que rodea a la persona de José Luis Aneri adquirió el sábado pasado una nueva capa de nebulosa. Según el relato que hicieron ayer varios vecinos del inmueble donde está situada la oficina de Sinergia Empresarial Avanzada, unos desconocidos entraron en la finca, ubicada en el número 24 de la calle de Orense, y tras romper la cámara de seguridad del vestíbulo, reventaron la cerradura del local de Aneri y accedieron a su interior. Se desconoce lo que los cacos buscaban y lo que pudieron llevarse. Las imágenes de los ladrones no quedaron registradas porque la cámara de vigilancia no era de grabación.

Además, nadie denunció los hechos a pesar de los daños y de lo supuestamente sustraído. De hecho, la policía no tiene registrada ninguna denuncia.

Ayer, y a pesar de que las luces del local estuvieron todo el día encendidas, nadie contestó ni al timbre ni al teléfono. “No las apagan nunca y eso que lleva sin haber actividad ahí desde hace, al menos, tres meses”, señala un comercial de la zona. Según dijo este testigo, los inquilinos de Sinergia Empresarial ocuparon la oficina en junio e hicieron unas obras de reforma. Antes estaban en otro local de la misma calle. Pero a pesar de la remodelación del local, desde septiembre no ha habido ningún tipo de trasiego laboral.

"Solo había un empleado con acento del este que iba por la mañana y se iba por la tarde. Al tal Aneri no se le ha visto el pelo por aquí", asegura el comercial. Esta persona dijo conocer al empresario desde hace tiempo. "Es un tipo que llama la atención por la calle. Viste muy elegantemente: traje entallado, buenas corbatas, zapatos muy brillantes, moreno de rayos UVA, pelo engominado... Parecía más Tony Montana [el protagonista de Scarface], que un ejecutivo", bromeó.

Pero este no es el único incidente que ha registrado la oficina en los últimos meses. Un vecino lo relata así: “Oímos gritos en la puerta del local. Miramos y había dos tipos muy corpulentos que estaban buscando a alguien. La verdad es que tuvimos miedo y cerramos la puerta”.

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