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Las AMPAS de 35 guarderías de Barcelona proponen retener las cuotas

El Ayuntamiento dice que la legislación obliga a cobrar el precio público Las familias buscan presionar al Consistorio por los cambios de ratios y servicios

Camilo S. Baquero

Desobediencia civil contra los recortes. Esta es la fórmula que ha escogido el colectivo de AMPAS de las guarderías municipales de Barcelona, que agrupa a unos 35 centros (hay 92), para protestar por los cambios organizativos que el Ayuntamiento ha hecho en la gestión de la educación de cero a tres años. Retendrán la cuota mensual (unos 296 euros, servicio de alimentación incluido) hasta que el Consistorio “se siente a dialogar el modelo educativo”.

Las AMPAS, con la asesoría del Colectivo Ronda, llevan tres meses buscando la fórmula jurídica para poder ejecutar esta protesta. Se trata de una carta que cada familia dirige al Instituto Municipal de Educación y en la que notifica la retención de la cuota, explica Eva Alquézar, portavoz del movimiento. El monto de la mensualidad se entrega a la AMPA o se certifica su consignación con un notario. La familia también puede retenerlo. Esta tarde, a las 18.30, harán una entrega de cartas en la plaza de Sant Jaume. Ayer, solo en la modalidad del notario, el colectivo ya contabilizaba 117 cartas.

La carta detalla las medidas contra las que se protesta, como el aumento de ratio por aula, el recorte en el personal de apoyo de la cocina y la externalización de tres escolas bressol. Las AMPAS aseguran que, con estos cambios, el Ayuntamiento no cumple con las condiciones contractuales que las familias firmaron cuando matricularon a sus hijos en los centros.

“Si no se paga, la legislación obliga a la Administración a activar los procedimientos necesarios para cobrar el precio público establecido”, advirtió una portavoz del Consistorio. El Ayuntamiento también recordó que hay un sistema de bonificaciones de hasta el 90% de la cuota si el impago se hace por problemas económicos.

“No se trata de hacer un impago, es una retención con la finalidad de que el Ayuntamiento se siente a dialogar”, dice Alquézar. Las familias han expresado su descontento en las sesiones informativas, en las audiencias públicas de los distritos, en el pleno del Ayuntamiento y su voz se hizo sentir en el proceso de participación ciudadana del Programa de Actuación Municipal. Pero no se sienten escuchadas. El Consistorio sostiene que las medidas permitieron aumentar la cobertura en 900 plazas y bajar costes.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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