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Griñán anuncia una reducción de cargos en el nuevo Gobierno de coalición

La estructura será menor en los servicios centrales y en las provincias “Antonio Fernández no debería estar en prisión preventiva”, dice el presidente andaluz

Lourdes Lucio
José Antonio Griñán, durante su intervención en el comité director del PSOE de Andalucía.
José Antonio Griñán, durante su intervención en el comité director del PSOE de Andalucía.PÉREZ CABO

En plena negociación del PSOE con IU para cerrar un Gobierno de coalición en Andalucía, el socialista José Antonio Griñán anunció ayer a su partido una reducción de la estructura de la Junta tanto en los servicios centrales, radicados en Sevilla, como en las provincias. Griñán no aportó más datos y se limitó a decir que la estructura será “menor”. Lo dijo ante el comité director del PSOE, el máximo órgano de decisión entre congresos, que dio el visto bueno al acuerdo con IU por asentimiento.

La federación de izquierdas conoce de primera mano este deseo del presidente de la Junta en funciones y comparte este criterio, pero también quiere hacer valer su capacidad de decisión a la hora de proponer delegados de las consejerías que dirijan, indicaron fuentes de IU.

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Griñán tiene decidido reducir el número actual de 13 consejerías y aunque en un principio manejó dejarlas en ocho, la cifra que ahora se baraja es entre nueve y 11 departamentos. Pero la reforma que implicaría mayor calado sería una rebaja del número de cargos en la Administración periférica.

Ahora mismo hay 90 delegados provinciales, cuyos nombramientos suelen depender, sobre todo, de la opinión de los secretarios generales provinciales del PSOE.

Históricamente y salvo honrosas excepciones, en el currículo de los delegados de la Junta pesa más su cercanía y simpatía al jefe provincial de turno del PSOE que su propio mérito y capacidad.

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Cuando Griñán sustituyó al frente de la presidencia del Gobierno andaluz a Manuel Chaves en la primavera de 2009 uno de sus propósitos, aunque no lo formuló en su investidura, fue el de reducir el número de delegaciones provinciales. Pero hasta ahora no ha podido, no ha querido o no lo han dejado toda vez que las direcciones locales del PSOE encuentran en estos puestos un buen colchón para trenzar sus apoyos y garantizar su continuidad.

La excusa que ha dado Griñán hasta ahora para no jibarizar la Administración periférica ha sido que antes debía estar a pleno rendimiento las llamadas leyes locales.

Aunque el presidente de la Junta en funciones no dio detalles de en qué consistirá esta reducción, su idea expresada hace dos años era la de reducir a la mitad el número de representantes provinciales. La intención que barajaba Griñán era dar mayor poder de decisión a los delegados del Gobierno de la Junta con un peso similar al que tienen los secretarios de Estado en la Administración central. También quería que participaran en una especie de Consejo de Gobierno andaluz ampliado para reforzar la coordinación. Ese mayor peso se traduciría en un rango mayor en la escala administrativa ya que pasarían de directores generales a la categoría de viceconsejeros.

Aunque no habrá mucha gente en el PSOE que rechiste ante esta decisión de calado, sí habrá resistencias. Lo que ocurre es que el liderazgo de Griñán se ha reforzado enormemente tras las elecciones autonómicas y, esta vez, si quiere va a poder hacerlo y lo dejarán hacerlo.

Varias veces durante su intervención ante el máximo órgano de decisión entre congresos, el secretario general del PSOE alertó de la dificultad de gobernar en este tiempo y avisó que el Gobierno de coalición estará “operativo desde el primer momento” con “personas expertas”, lo que indica que ya sabe con quién va a contar. “No habrá otra cuota que el mérito, la capacidad y el compromiso por Andalucía”, prometió.

El dirigente socialista aludió a las claras al encarcelamiento del exconsejero de Empleo Antonio Fernández. Defendió la actuación de la Junta al “perseguir” las irregularidades por el caso de los ERE, pero proclamó: “Creo que Antonio no debería estar en prisión preventiva y que tiene intacta su presunción de inocencia”, dijo.

En el turno de intervenciones posteriores, a puerta cerrada, tomaron la palabra los secretarios provinciales, como suele ser habitual, aunque faltaron los de Cádiz y Granada. No obstante, el caso de los ERE sí fue abordado por el exconsejero de Empleo y ex secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera. Muchos consideran que la juez instructora lo imputará en próximas fechas aunque su caso se vería en el Tribunal Supremo al estar aforado por ser diputado al Congreso. Viera defendió la legalidad del fondo autonómico para empresas en crisis —algo que Griñán reconoció en su primera intervención— y abogó por una acción más contundente por parte del PSOE de la gestión de estas ayudas.

En esta línea abundó el alcalde de Dos Hermanas y referente del sector crítico a la dirección regional, Francisco Toscano, quien sí reprochó a la cúpula socialista el no haber defendido con firmeza la gestión del fondo de ayudas sociolaborales. Toscano advirtió que las actuaciones de la magistrada Mercedes Alaya pueden no acabar en Antonio Fernández. “Más adelante pueden ser más”, aseguran fuentes socialistas que dijo.

Viera también fue el único que reclamó a Griñán un esfuerzo de integración en el PSOE con vistas a los congresos regional y provinciales que se celebrarán antes del 31 de julio. Viera dimitió como líder del PSOE de Sevilla en febrero al romperse la mayoría que le apoyaba y tumbar su propuesta de candidatura al Parlamento andaluz.

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