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‘La bohème’ de la crisis entra en la historia del Liceo al representarse

La ópera vuelve al coliseo lírico barcelonés con la obra de Puccini tras el pacto entre trabajadores y dirección

Una escena de La Bohème que, por fin, se ha representado en el Liceo.
Una escena de La Bohème que, por fin, se ha representado en el Liceo.JAVIER CORSO

Hay óperas que van unidas a la historia un teatro lírico; títulos que vieron la luz en su escenario, que han marcado su devenir, que constituyen un hito su programación. Para el Liceo de Barcelona tienen significación especial Ana Bolena, por ser la primera ópera que se presentó, en 1847; Guillermo Tell, porque era la que se cantaba cuando, en 1893, Santiago Salvador hizo estallar una bomba en la platea del teatro; Aida, por ser la más representado en su historia; Matías el pintor, porque estaba en cartel cuando ardió el Liceo el 31 de enero de 1994; Turandot, por inaugurar el nuevo teatro, y desde la noche del lunes también La bohème, que ha adquirido un significado muy especial en el coliseo lírico barcelonés, al menos para sus trabajadores.

Y es que la popular obra de Puccini ha devenido estandarte y arma de lucha de los empleados del Liceo para impedir que el expediente de regulación de empleo (ERE) temporal que pesaba sobre sus cabezas se hiciera efectivo, se cancelara parte de la programación y se cerrara el teatro dos meses. Y para que nadie lo olvidara, a las puertas del teatro los representantes de los trabajadores repartían anoche octavillas en las que explicaban los motivos que les llevaron a convocar la huelga que puso en riesgo las 18 funciones de La bohème y el pacto con la dirección del coliseo para que retirara el ERE.

Desde su web, el Liceo ha hecho pública por unas horas la próxima temporada de ópera

En el interior del Liceo, el público, el de toda la vida, con muchos expropietarios (turno A), mucho abrigo de piel, algún esmoquin con pajarita y Rolls Royce plateado esperando a la salida en la puerta, no estaba para reivindicaciones laborales. Era noche de estreno y con una ópera de las que gustan sin reparos, La bohème. Se relajó y a disfrutar de una música conocida, de unas arias populares y queridas, que desde el primer acto —Che gelida manina y Mi chiamano Mimi— no dejó de aplaudir a los intérpretes protagonistas, la pareja formada por la soprano italiana Fiorenza Cedolins y el tenor mexicano Ramón Vargas metidos en la piel de la costurera Mimi y el poeta Rodolfo, respectivamente.

La ópera de Puccini ha vuelto al escenario del Liceo poco más de una década después de que se presentara en el coliseo lírico barcelonés con esta misma producción escénica firmada por Giancarlo del Monaco procedente del Teatro Real de Madrid, un espectacular montaje, de corte clásico y sin sorpresas para espectadores desprevenidos, con cambios de escena a la vista, que complació al público en la noche de estreno. Como complació también la actuación de la Orquesta del Liceo bajo la dirección del burgalés Víctor Pablo Pérez, muy aplaudido y quien no dudo la semana pasada en alabar la entrega del conjunto sinfónico.

Sorpresa mayúscula sí que ha sido, en cambio, que el Liceo desde su propia web hiciera público el lunes a mediodía y por unas horas los títulos de la próxima temporada. El cartel según el teatro, y a falta de la confirmación oficial, los integran 14 óperas. Los ya conocidos títulos de Wagner que interpretará la compañía del festival de Bayreuth —El holandés errante, Lohengrin y Tristán e Isolda— más La forza del destino, Rusalka, Los cuentos de Hoffman, Street scene (Kurt Weill), Madama Butterfly, El oro del Rin, El turco en Italia, El elixir de amor, Lucio Silla y, en versión de concierto, Iolanta (Chaikovski) y Rienzi.

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