_
_
_
_
_

Otro yerno de la viuda del expresidente de la CAM defiende al acusado del crimen

"Miguel es muy buena persona", afirma el testigo de su cuñado

Abacuc Méndez, tras declarar.
Abacuc Méndez, tras declarar.PEP MORELL (EFE)

Abacuc Méndez, otro yerno de María del Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, que fue asesinada de dos disparos en Alicante el pasado 9 de diciembre, ha defendido este lunes la inocencia de su cuñado, el único detenido hasta la fecha por el crimen, Miguel López. “Miguel es muy buena persona”, ha dicho a los periodistas tras declarar ante el juez José Luis de la Fuente, que investiga los hechos. Méndez, casado con María del Mar Sala, la mayor de las tres hijas de la fallecida, ha comparecido en el juzgado de Instrucción 7 de la ciudad junto a otros ocho testigos. Al término de los interrogatorios, fuentes de la Fiscalía han señalado que todos los comparecientes han ratificado las manifestaciones que habían hecho en su día a la policía. En cambio, el abogado de la defensa, José Antonio García Sánchez, ha declarado a los periodistas que los indicios de criminalidad con su cliente presentados por los investigadores “se están cayendo” a medida que avanza la instrucción de la causa. “De los 23 indicios de que hablaba la policía ya no queda nada”, ha precisado.

Abacuc Méndez, que es director comercial del holding familiar desde el año 2000, declaró en comisaría el pasado 11 de enero, casi un mes antes de que su cuñado fuera detenido como presunto autor del crimen. Entonces expresó su convencimiento de que el culpable había que buscarlo fuera del círculo familiar. A su juicio, debía de ser alguien que quería “dañar a toda la familia Sala” y acabar “con el legado” de su patriarca, Vicente Sala Bello, fallecido en 2011.

Este yerno de la víctima también tuvo el teléfono intervenido por los investigadores. En alguna de sus conversaciones sostuvo, tal y como recoge el sumario, que el asesinato podía tener su origen en los negocios familiares en Sudamérica, de los que se ocupaba su cuñado Vicente Jesús Sala, primogénito del clan de empresarios. En comisaría reiteró esa tesis y aseguró que la muerte de María del Carmen Martínez podía “beneficiar a posibles competidores” del holding de los Sala.

En esta tercera ronda de declaraciones de testigos han participado también tres empleados de Novocar, el concesionario de coches de los Sala regentado por Miguel López donde fue asesinada la víctima. Todos ellos han reiterado esta mañana al juez que no observaron nada extraño esa tarde ni escucharon ninguna detonación. Según su testimonio, no fue hasta casi las 19.00 horas cuando se enteraron de que a su jefa le había pasado algo, después de que otros dos compañeros se la encontraran malherida y sangrando en el lavadero del negocio.

La sesión de interrogatorios la han completado el dueño de un desguace de coches próximo a Novocar, el director de esta firma y su filial Solmar, dedicada al alquiler de coches, el responsable de una empresa que tenía instaladas cámaras de videovigilancia en la finca familiar y una empleada de hogar de la fallecida.

El primero de ellos tuvo también 'pinchado' el teléfono móvil por los agentes. La misma noche del crimen habló por WhatsApp con un inspector de policía al que conocía y le dijo que Miguel López no podía estar involucrado en los hechos. "Ése no mata ni una mosca", según consta en el sumario. Al mismo tiempo, el testigo apuntó la posible implicación de dos clientes magrebíes con los que había coincidido esa tarde en el concesionario. Dos inmigrantes cuya participación en el crimen ha quedado totalmente descartada por la investigación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Por su parte, la empleada de hogar de María del Carmen Martínez ha ahondado en la división que existía en la familia Sala, según las fuentes consultadas. La víctima estaba alineada con su hijo mayor, Vicente Jesús, y prácticamente no se hablaba con sus otras tres hijas y los maridos de éstas. Esta trabajadora ya dijo a la Policía que su jefa “lloraba y sufría mucho” debido a esas malas relaciones y temía que sus hijas acabarán llevándola “al juzgado” para pleitear por el control de las sociedades.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_