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Reus asistió en 2015 a 774 vecinos que no podían pagar la luz

La ciudad fue incapaz de activar los mecanismos de auxilio social para ayudar a la mujer a la que cortaron la luz

Marc Rovira
Protesta en Reus por la muerte de una mujer a la que cortaron la luz.
Protesta en Reus por la muerte de una mujer a la que cortaron la luz.Josep Lluís Sellart

El trágico fallecimiento en un incendio doméstico de una anciana de 81 años que se tenía que alumbrar con velas porque le habían cortado la luz, ha puesto a la ciudad del Reus en el foco de actualidad. El municipio, habituado a sacar pecho por ser un robusto polo de actividad económica gracias a su potente tejido industrial y comercial, ha quedado señalado por no haber sido capaz de activar los mecanismos de auxilio social para ayudar a una anciana sin recursos.

Muy cerca de la plaza del Mercadal, sede del Ayuntamiento, vivía Rosa, la mujer fallecida víctima del fuego. Residía en la calle Santa Anna, un sombrío pasadizo que está lleno de bares y restaurantes. Sobre los modernos locales, pisos antiguos que acumulan tantos metros cuadrados como carencias.

El Ayuntamiento de Reus, con poco más de 100.000 habitantes a su cargo, prestó en 2015 ayudas sociales a 1.398 vecinos que no podían pagar el recibo del agua y tramitó 182 expedientes de asistencia para el gas. En el caso de la luz, las subvenciones beneficiaron a 774 ciudadanos. En total, el Consistorio gastó 304.000 euros en ayudas. Fuentes municipales han informado de que, para auxiliar a las familias que se encuentra en “necesidad socioeconómica”, la concejalía de Bienestar Social convoca cada año una subvención para contribuir a evitar la pobreza energética durante el periodo invernal.

El Consistorio no ha dudado en volcar toda la responsabilidad de la muerte de la anciana en Gas Natural, a la que acusa de haber cortado el suministro eléctrico a la mujer sin antes consultar con los servicios sociales municipales. La compañía, que ha suspendido todos los cortes de luz en la ciudad hasta que no se revisen los casos uno a uno, alega que desde 2014 ha atendido a 150 clientes de Reus en situación de “vulnerabilidad”, pero que el Ayuntamiento nunca incluyó a la mujer de 81 años en los listados de personas con dependencias. El alcalde Carles Pellicer ha insistido en que denunciará a la empresa ante la fiscalía.

La ciudad de Reus se complace de tener un musculoso tejido comercial y un potente conglomerado industrial. Bautizada como la capital comercial del sur de Cataluña, la última apuesta en este campo, el complejo Fira de Reus, generó una inversión de 110 millones de euros. Industrias de primer nivel mundial operan desde Reus. La multinacional Borges, con 675 millones de euros de facturación, emplea en la localidad a más de 300 trabajadores. Los frutos secos han dado proyección internacional a la ciudad. El municipio alberga la sede del consejo mundial del sector, el International Nut and Dried Fruit Council. Industrias Rodríguez, fabricante entre otras de la marca de dulces Virginias, es otro peso pesado de la agroalimentación. Suma casi 50 millones de euros en ventas. Además, la ciudad aloja el Cluster TIC Catalunya Sur. Empresas como T-systems o Ticnova, matriz de la cadena de tiendas Beep y PcBox, tienen su sede en el polígono tecnológico reusense. Según datos del Ayuntamiento, más de 40 empresas forman parte del cluster y el sector tecnológico emplea a 1.300 personas.

Reus nunca ha ocultado su ambición. Pocas cosas ilustran tan bien como el Hospital Sant Joan, que tuvo un coste de 170 millones de euros, ese carácter arrollador y desmedido. Pero Rosa vivía solo a escasos metros del Ayuntamiento y todos los mecanismos para prestarle atención, fallaron.

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