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El parricida de Carabanchel reconoce que mató a su hijo y lo intentó con otro

El acusado afirma que fueron sus manos la que acabaron con la vida del menor

F. Javier Barroso
Empleados de la funeraria trasladaban en abril de 2014 el cuerpo del menor asesinado.
Empleados de la funeraria trasladaban en abril de 2014 el cuerpo del menor asesinado.f. j. b.

Jorge Diego C. A., conocido como el Parricida de Carabanchel, ha admitido esta mañana en la primera jornada del juicio celebrado contra él en la Audiencia Provincial de Madrid, que acabó con la vida de su hijo de 19 meses y que lo intentó con el otro, de cinco años. "Soy culpable. Le quité la vida a mi hijo (menor) y agredí a mi otro hijo. Mis manos fueron las que cometieron esos delitos", ha afirmado.

El fiscal pide para Jorge Diego la condena por asesinato consumado y otro de asesinato en grado de tentativa, al que se le aplica la eximente incompleta de alteración psíquica. En total, ha pedido 22 años de prisión y una responsabilidad civil de 105.000 euros para la madre del pequeño y de casi 42.000 euros para el hijo.

El acusado ha testificado de manera tranquila y con bastante distancia sobre lo ocurrido la noche del 2 de abril de 2014 en su domicilio de Carabanchel, cuando cogió un cuchillo de 19 centímetros de hoja y degolló a su hijo de 19 meses, que estaba dormido en una habitación de la vivienda. Le seccionó la arteria carótida izquierda. También le asestó diversas cuchilladas por el cuerpo. "Dichas lesiones se encuentran en regiones que albergan en profundidad órganos y estructuras vitales, cuya lesión podría haber provocado la muerte de forma rápida o muy rápida", reconoce el fiscal en su escrito de acusación.

En su comparecencia, ha manifestado que no recordaba nada de lo ocurrido porque aquella noche estaba borracho. Había bebido entre seis y ocho llitros de cerveza, que mezcló con pastillas para la depresión. Esta la sufría por motivos laborales y por la separación de su mujer. "La situación era que iba a estallar una bomba y estalló", ha dicho en relación a la situación en la que se encontraba en ese momento con la madre de sus hijos, a la que ha reconocido que quería.

También ha querido reseñar que ha quedado demostrado que sufre un trastorno psicótico que le alteró gravemente sus facultades. "En ningún momento se me pasó por la cabeza hacerles daño. Jamás he querido hacer daño premeditadamente. No sería capaz de hacerlo con mis capacidades mentales bien", ha dicho. "Tengo un lapsus en la mente. No sé qué sucedió por la medicación. Lo que declaré fue lo que recordaba. No tengo en mi mente que cogiese la cabeza a mi hijo. Por supuesto que soy culpable", ha destacado, insistiendo que no recordaba que le asestara hasta 19 pinchazos a su bebe. 

Tras el crimen, dejó una carta explicando los motivos: "Los he matado por su bien, para que no sufran como yo y no vivan la vida que vive su madre". El acusado llegó a intentar suicidarse en dos ocasiones, una de ellas en el calabozo.

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El abogado defensor solicita la libre absolución de su cliente, mientras que el fiscal quiere que cumpla la pena en un centro psiquiátrico. La abogada de la familia luchará en el juicio por que se le condene y cumpla la pena en un centro penitenciario al estimar que no tenía las capacidades alteradas y que se hallaba en perfecto estado de conciencia.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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