Puigdemont trata de reforzar lazos con el mundo económico catalán

"De las piedras en el camino hacemos planes de futuro". Con esta idea ha resumido el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, un mensaje de optimismo dedicado a las familias de tradición empresarial catalana en la presentación del libro Capitans de Comerç (Mobilbooks), editado por el Banco Sabadell. El president ha tratado este lunes de acercarse al mundo económico reticente con la independencia, representado en el acto por el presidente de la entidad, Josep Oliu. Puigdemont ha aprovechado su reunión del martes con el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, para defender su voluntad de dialogar "con todo el mundo", algo que le reclama la gran banca y el mundo empresarial.

Los esfuerzos por alejarse de una postura unilateral sobre la independencia obligan a Puigdemont a mostrar su perfil más presidencial. El presidente catalán es consciente de que sin el apoyo de la mediana y gran burguesía catalana tendrá muy difícil llevar a cabo su plan de desconexión en 16 meses, tal y como tiene pactado con la CUP. Ante el máximo dirigente del segundo banco catalán y representantes de 50 familias de empresarios, Puigdemont ha apelado a su intención de pactar: "Queremos dialogar con todo el mundo, desde el pequeño comerciante al gran banco, y con políticos de todas las condiciones, y mañana tendremos una muestra más de ello".

El discurso, sin aludir nunca al proceso independentista, ha estado plagado de peticiones de apoyo de los que ha dicho sentir como suyos —él mismo pertenece a una familia de tradición empresarial en Girona—: "La realidad es tozuda. Os habéis adaptado en seguida a los cambios y estoy seguro de que lo seguiréis haciendo. Os gusten o no". El libro que se presentaba, Capitans de Comerç, habla de la historia de 50 familias del sector del comercio y es la segunda parte de una serie que pretende retratar el mundo de la burguesía catalana. El primer libro versaba sobre los grandes industriales. 

Puigdemont no ha podido evitar felicitarse por los datos económicos que considera positivos. Ha recordado que el PIB creció en Cataluña un 3,4 % y que el número de parados bajó en 88.000 durante el 2015, "el mayor descenso en nueve años", ha añadido. "Estas cifras no se explican sin la aportación de este tejido", les ha dicho a los presentes. Muchos de ellos, al fin y al cabo dueños de empresas, tienen dudas del acuerdo de gobierno de CDC con un partido anticapitalista como es la CUP. Por eso, el Gobierno catalán juega entre equilibrios planteando una semana un referéndum para cuestionar el proyecto de casinos BCN World, y la siguiente asegurando, como ha hecho este lunes, que su modelo de Ejecutivo tiene el compromiso de "continuar conservando e impulsando" el tejido empresarial comercial.