La Xunta invierte nueve millones más en la planta de gas de Ferrol

La Xunta ha decidido destinar 8,9 millones de euros a comprar parte de las acciones que tenía Gas Natural Fenosa en Reganosa, la empresa de la planta de gas de Mugardos, y aumentar así su participación del 17,5% al 24,31%. La Consellería de Economía, Emprego e Industria ha ejercitado su derecho de suscripción preferente de compra de acciones y ha esgrimido en un comunicado que el objetivo de esta inversión de dinero público es que la factoría, ubicada en tiempos de Manuel Fraga en plena ría de Ferrol pese a la fuerte contestación política y social, "continúe teniendo un capital mayoritariamente gallego".

En su inyección de dinero en Reganosa la Xunta no está sola. Tras la desinversión efectuada por Gasifica, una firma de Gas Natural Fenosa y Unión Fenosa Gas que poseía el 21% de la planta, también el Grupo Tojeiro, principal promotor de regasificadora apadrinada por el Gobierno de Fraga, ha decidido aumentar su participación en la sociedad. Gadisa y Forestal do Atlántico, ambas empresas del grupo gallego, han adquirido el resto de acciones de Gasifica, de manera que pasan a controlar el 51,13% del accionariado (tenían un 36%).

La Xunta sostiene que Reganosa es un proyecto industrial "estratégico" que ha supuesto inversiones en infraestructuras energéticas de más de mil millones de euros. "El objetivo es blindar una industria estratégica, con importantes inversiones a medio plazo, y que está llamada a convertirse en el 'hub del gas natural licuado del norte peninsular", esgrime la Consellería de Economía, que defiende el impacto de Reganosa en sectores como el naval o en el tráfico portuario.

La ampliación de la participación de la Xunta en Reganosa se produce después de que la empresa haya hecho públicos sus planes para ampliar sus instalaciones con un tercer tanque y cuando los recelos hacia la fábrica se extienden en la oposición. PSdeG-PSOE y BNG, los partidos que gobernaban la Xunta cuando la planta entró en funcionamiento, creen ahora que su ubicación al pie de la estrecha ría de Ferrol es inadecuada y abogan por trasladarla. AGE, por su parte, mantiene que es una factoría "deficitaria" y "peligrosa".