_
_
_
_
_

Bach, según 13 músicos populares del Congo en ‘Coup fatal’

El Central de Sevilla presenta un nuevo montaje de Alain Platel en el que conviven composiciones barrocas y danza contemporánea

Margot Molina
Un momento del espectáculo 'Coup fatal'.
Un momento del espectáculo 'Coup fatal'.chris van der burght

La compañía belga Les Ballets C de la B, una formación difícil de clasificar fundada por Alain Platel en 1984, continúa poniendo en práctica su lema "el baile pertenece al mundo, y el mundo nos pertenece a todos". En esta ocasión, el grupo presenta el en Teatro Central de Sevilla los días 10 y 11 de abril Coup fatal, un espectáculo con 15 intérpretes en el que Platel se encarga de la dirección artística y la musical es del saxofonista Fabrizio Cassol y del guitarrista Rodríguez Vangama.

En esta nueva aventura de Platel, tan ecléctico y anárquico como en sus anteriores creaciones, recurre a artistas de otras disciplinas para continuar desarrollando su lenguaje inclasificable. En Coup fatal ha contado con la colaboración del contratenor congoleño Serge Kakudji y el saxofonista Fabrizio Cassol, que ponen a 12 músicos tradicionales de Kinshasa a interpretar piezas de Monteverdi o Bach para "extraer de ellos una energía más directa, más familiar… una energía propicia para interpretar una danza en la que reina el mestizaje", explica el director de la compañía.

En Coup fatal, Kakudji y la orquesta de Kinshasa se inspiran en el repertorio de varios autores barrocos, de forma que las composiciones originales se enriquecen con la diversidad de los intérpretes. "Partiendo de fragmentos vocales, se recrea un nuevo universo contemporáneo acústico y visual", explica la compañía. El resultado es una mezcla de frases barrocas, música congoleña tradicional y popular, rock y jazz.

Por su parte, el director Alain Platel y el bailarín Romain Guion han adaptado la música a un formato teatral con una escenografía realizada en colaboración con Freddy Tsimba, un artista de Kinshasa que elabora esculturas de tamaño natural con casquillos de munición recogidos en las zonas de combate congoleñas. "Más que un homenaje a la música barroca, Coup fatal es una oda a esa elegancia, sin perdón, de los congoleños", afirma Platel.

El encuentro se gestó en 2009, cuando el KVS (Teatro Real Flamenco) organizó un primer festival de arte en Kinshasa durante las últimas representaciones de ¡Piedad!, un espectáculo en que Platel y Cassol colaboraron por primera vez con el contratenor Serge Kakudji. "El espectáculo es un concierto bailado concebido a partir del mestizaje, pero también es la expresión de una alegría que provoca a la violencia representada en el escenario por una cortina de casquillos de bala", como lo definen sus propios creadores.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_