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La ATM adjudica la T-Movilidad al consorcio de CaixaBank

El contrato, de 58,1 millones de euros, incluye la implantación de la maquinaria y el soporte informático

La Autoridad Metropolitana del Transporte (ATM) ha adjudicado al consorcio SOC -integrado por CaixaBank, Fujitsu, Indra y Marfina- la gestión del nuevo título integrado de transporte, la T-Movilidad. El nuevo sistema sustituirá todas las tarjetas de transporte vigentes en el área de Barcelona, en una primera fase; y de toda Cataluña en 2018. El contrato se ha adjudicado por 58,1 millones de euros y contempla la implantación de la maquinaria y el soporte informático necesarios. Con este contrato, CaixaBank gana cuota en la gestión de la movilidad del área metropolitana, donde Saba, de la que es accionista, gestionará 28 aparcamientos públicos.

El plazo de presentación de ofertas para gestionar el nuevo título de transporte se cerró a finales de julio pasado. Finalmente, de las tres ofertas que optaron al principio por al concurso, solo la del consorcio liderado por Caixa Bank pujó por el contrato, entonces valorado en 66 millones de euros. Informática de El Corte Inglés, la otra empresa con más opciones para llevarse el contrato —junto a Etra y otras operadoras—, decidió no formalizar su oferta, aunque a medidados de julio había pedido una prórroga para presentar la documentación.

La implantación de la T-Movilidad supondrá una revolución en la gestión de la forma de pago de los usuarios del transporte público: por el nuevo sistema en sí y por la irrupción de un operador privado. El nuevo sistema se basará en la tecnología de un chip y no de banda magnética, y será personalizado, de forma que los viajeros podrán obtener descuentos en función del uso que hagan del metro, el autobús, los trenes, el tranvía, los ferrocarriles o empresas que operan entre municipios: cuantos más viajes hagan, mejor tarifa pagarán. También se podrían aplicar tarificaciones sociales en función de la situación personal de cada viajero.

La T-Movilidad supondrá además crear un nuevo sistema de tornos de acceso, mediante una tarjeta parecida a las de crédito y no a las de papel y banda magnética que se han utilizado hasta ahora, lo cual también debería minimizar el fraude. Además, pese a que será la ATM quien fije las tarifas del transporte, tutele el sistema y mantenga su control y propiedad, el operador de la T-Movilidad obtendrá parte de los ingresos de los billetes (para recuperar las inversiones realizadas) y tendrá margen para otras cuestiones, como incluir publicidad en los nuevos títulos.

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