Pujol defiende el origen lícito del patrimonio de sus hijos

La confesión de Jordi Pujol marca un punto y aparte en las investigaciones que afectan al clan familiar. El ex presidente catalán dio ayer un paso adelante para intentar despejar las dudas que planean sobre el origen de las fortunas que acumulan sus hijos, en mayor o menor medida. Al mencionar la herencia que su padre, Florenci Pujol, legó a sus nietos en 1980, el ex líder de CiU lanza el mensaje de que no debe buscarse un presunto origen ilícito en el dinero de sus vástagos.

Con su comunicado, Pujol pretende poner fin al reguero de informaciones que, en los últimos dos años, han lastrado la imagen de la familia. Aunque los rumores siempre habían estado ahí, fueron las sorprendentes declaraciones de una mujer, Victoria Álvarez, las que volvieron a poner el foco sobre el clan. Álvarez fue novia de Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente catalán. En julio de 2010, después de dejar la relación, Álvarez se reunió con la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, para comentarle los presuntos negocios ilícitos del primogénito.

A finales de 2012, Álvarez denunció que Jordi Pujol Ferrusola acudía con frecuencia a Andorra, adonde llevaba bolsas repletas con billetes de 500 euros. Poco antes, el empresario Javier de la Rosa también había denunciado presuntas cuentas de la familia Pujol en Suiza y Andorra. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz rechazó la denuncia del empresario, pero decidió investigar la de Álvarez. Desde hace más de un año, el juez indaga los movimientos bancarios realizados por Jordi Pujol en 13 países, algunos de ellos considerados paraísos fiscales. Su exesposa fue imputada por blanqueo de capitales, aunque él no ha sido citado a declarar por ahora. Entre otras operaciones, Ruz indaga si el primogénito y su exmujer desembolsaron 15 millones de euros en diversas operaciones empresariales en solo cinco días.

Varios de sus hermanos mantienen actividades empresariales que han intentado mantener en la discreción. Oleguer Pujol, por ejemplo, es socio de varias sociedades que han realizado inversiones millonarias. Y Pere Pujol se benefició de adjudicaciones de la Generalitat en 2000 y 2001, cuando su padre era el presidente.

El único hermano que ha seguido los pasos del padre, Oriol Pujol, es el que más cerca se encuentra del banquillo de los acusados. El ex número dos de CiU está imputado por tráfico de influencias y cohecho en el caso ITV, que investiga un presunto amaño en los concursos de la inspección de vehículos. Oriol Pujol, según los investigadores, prestó su influencia política a una trama de empresarios para ayudarles a conseguir adjudicaciones a cambio de dinero.{Entradilla}