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Oposición frontal de las entidades sociales a la reforma de la Diagonal

Las asociaciones presentan alegaciones al proyecto y piden una avenida sostenible Reclaman también un proceso más participativo

Los portavoces de las entidades presentaron sus alegaciones a la reforma de la Diagonal en la plaza de las Glòries.
Los portavoces de las entidades presentaron sus alegaciones a la reforma de la Diagonal en la plaza de las Glòries.JUAN BARBOSA

El proyecto de la reforma de la Diagonal impulsado por el alcalde Xavier Trias “no ha sido participativo” y además no responde “a los intereses de la ciudad”. Así de claro lo ve Diagonal per a tothom, una vieja plataforma ciudadana que ayer anunció que ha resucitado y que lo hace para protestar por las obras. “Si se hace esta reforma, que no se haga en silencio”, dice Ricard Riol, portavoz de Promoción por el Transporte Público (PTP). Para ellos, la reforma de esta avenida afecta a todos los ciudadanos de Barcelona e incluso al área metropolitana, ya que se trata de una pieza clave en la movilidad.

El plan de transformación de la Diagonal fue pactado entre CiU y PP y cuenta con el apoyo de los comerciantes de la avenida, que de hecho son los que lo redactaron. La transformación solo afecta a los laterales del tramo comprendido entre Francesc Macià y paseo de Gràcia y se basa en ampliar las aceras, gracias al espacio obtenido de reducir a la mínima expresión las actuales isletas peatonales. Pero para las entidades contrarias, la reforma de esta avenida afecta a toda la ciudad y por este motivo reclaman que se escuche su voz. En la plataforma confluyen entidades como la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, UGT, CC OO, Ecologistas en Acción o la Promoción del Transporte Público, entre muchas otras. Su primer acto lo organizaron ayer y fue la entrega de más de 20 alegaciones en contra del proyecto. Entre ellas, la de pedir la conexión de las dos líneas de tranvía, la del Baix Llobregat y la del Besòs.

El presidente de la FAVB, Lluís Rabell, reclamó un proceso de participación vecinal para decidir el futuro de la avenida y criticó que la consulta que organizó el entonces alcalde Jordi Hereu —a la que se aferra Trias para rechazar la unión de los dos tranvías— quedó desacreditada por culpa de las “manipulaciones políticas”, que la convirtieron en un plebiscito del gobierno municipal.

Las obras "empeorarán la movilidad, que ya es difícil ahora", denuncia Ricard Riol

Además de las formas, las entidades también critican el fondo. “La reforma de la Diagonal empeorará la movilidad, que ya es difícil”, criticó Ricard Riol, tras denunciar que el Ayuntamiento todavía no ha elaborado un estudio sobre la afectación que la reforma tendrá sobre la circulación. Según explicó, la transformación afecta únicamente a los laterales, que son los que funcionan bien y por los que circulan los vecinos. Y en cambio no toca para nada los carriles centrales, que son los que presentan más problemas de tráfico. Riol pronosticó que los laterales, que pierden un carril, quedarán saturados y también que la circulación de los autobuses —el único transporte público de la Diagonal— será más lenta, porque se permitirán nuevos giros desde el carril bus, como es el caso de la de la calle Villaroel. Riol también recordó que “no hay ningún técnico” que no defienda la conexión de los tranvías por la Diagonal, y que hasta la Generalitat lo apoya, ya que sin una inversión desorbitada —porque la mayor parte de la línea ya está hecha— se ganarían cerca de 80.000 viajeros y se mejoraría la movilidad.

Vicenç Terrats, de Comisiones Obreras, aseguró que “la conexión del Baix Llobregat con el Barcelonés Norte a través del tranvía favorecerá a los trabajadores en tiempo y seguridad”.

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También han enviado argumentos en contra del planteamiento de las obras Ecologistas en Acción, que critica que la reforma solo “responde a los intereses del transporte privado y de los comerciantes” y seguirá incrementando la polución, según denunció María García, portavoz de la entidad. A su lado estaba Albert Sanz, representante del Bicicleta Club de Catalunya (Bacc). Su preocupación es sobre el carril bici, que no estará segregado y se ubicará justo al lado del único carril de tráfico que tendrán los laterales y que no será de Zona 30, algo que “creará conflictos de inseguridad y provocará que muchos ciudadanos prefieran circular por la acera”.

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