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El conjunto monumental de Sevilla se enfrenta a su éxito

Catedral, Alcázar y Archivo pretenden evitar el impacto negativo del turismo

Margot Molina
La Catedral de Sevilla al atardecer.
La Catedral de Sevilla al atardecer.julián rojas

Cuando la Unesco declaró Patrimonio Mundial al conjunto formado por la Catedral de Sevilla, el Real Alcázar y el Archivo General de Indias, en 1987, eran otros tiempos. La calificación se limitaba a proteger al bien inmueble, no incluía su entorno. No se barajaban conceptos como paisaje cultural o zona de amortiguación. Pero el mundo ha cambiado mucho desde entonces y el selecto club creado hace 40 años por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) tiende a ser más expansivo y ve con mejores ojos las propuestas de paisajes culturales o las que comparten varios países.

El que la protección se concediera hace 25 años —el 11 de diciembre de 2012 se celebró la efeméride— ha permitido a Sevilla seguir ostentando su título de ciudad con Patrimonio Mundial y salir, más o menos, indemne de la amenaza que le lanzó la Unesco de incluirla en la lista de bienes en peligro por la alteración del paisaje que supondrá la torre Pelli, un rascacielos de 178 metros ubicado en la isla de La Cartuja y todavía en construcción.

En el siglo XVI, el poder se concentraba en este triángulo”  María Antonia Colomar

Tras el rapapolvo, en el que la Unesco pidió a las Administraciones “garantías para que los nuevos desarrollos urbanísticos no dañen las características de la zona”, la ciudad respira aliviada al saber que conservará ese sello de calidad que sirve de reclamo turístico. Algo así como la denominación de origen para un vino. España es el segundo país del mundo, después de Italia, con mayor número de bienes declarados Patrimonio Mundial: 44, de los cuales seis son andaluces. Además de Sevilla, con su conjunto monumental, forman parte de la lista Úbeda y Baeza, la Alhambra y el Albaicín, la Mezquita-Catedral de Córdoba y el centro histórico, el Parque Nacional de Doñana y el arte rupestre del arco mediterráneo, con localizaciones en las provincias de Jaén, Granada y Almería. A estos hay que sumar otros cuatro que son Patrimonio Cultural Inmaterial: el flamenco, los patios de Córdoba, la cal de Morón (Sevilla) y la dieta Mediterránea.

Además de ser ejemplos de excelente y dispar arquitectura, lo que tienen en común la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar es su relación con el Descubrimiento de América. “En el siglo XVI, cuando se inicia el comercio con América, Sevilla era puerto y puerta de las Indias. Se convirtió así en la ciudad más importante del mundo y, dentro de la ciudad, todo el poder se concentraba en este triángulo. En la Catedral, el eclesiástico; en el Alcázar, el político, y en la Lonja de Mercaderes [actualmente Archivo de Indias], el financiero”, explica María Antonia Colomar, subdirectora del Real Archivo General de Indias, el menos espectacular de los tres monumentos, pero el que tiene un carácter más mundial.

Los edificios están relacionados con el descubrimiento de América
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“El Archivo no es solo Patrimonio Mundial por lo que simboliza, sino porque su contenido es, literalmente, universal”, aclara Colomar, quien añade que conserva documentos históricos de los cinco continentes. Y es que el edificio de Juan Herrera, construido como Lonja de Mercaderes entre 1584 y 1598, alberga 86 millones de páginas generadas por las instituciones que administraron los territorios ultramarinos españoles entre 1492 y 1898, además de miles de mapas históricos. El Archivo se instaló en 1784 en el sobrio edificio de Herrera, Renacimiento en su estado puro que influyó en construcciones como la Real Fábrica de Tabacos [hoy Universidad de Sevilla], y desde tan ilustre casa se ocupa de conservar su legado, con un vasto proyecto de digitalización, y de difusión a través de exposiciones.

La Catedral y  Alcázar reciben 1.200.000 visitantes al año

En la Catedral de Sevilla, cuya construcción se benefició de las riquezas que llegaron de América, terminaron los restos de Cristóbal Colón —o lo que queda de ellos— en 1898, después de un largo periplo. El Cabildo tiene previsto organizar unas jornadas internacionales en las que analizarán la importancia que tiene para la Catedral, el templo gótico más grande del mundo, ostentar el título de Patrimonio Mundial. “Nuestros retos para el futuro tienen una dimensión más pastoral que patrimonial, pero también dedicamos buena parte de nuestro presupuesto a mantener y rehabilitar esta gran casa”, afirma Francisco Ortiz, deán presidente del Cabildo de la Catedral de Sevilla.

La Catedral, el segundo monumento más visitado de Andalucía tras la Alhambra, explota con éxito su condición de Patrimonio Mundial. En 2012 recibió 1.326.049 visitas a las que hay que sumar otras 9.000 personas que recorrieron las cubiertas del templo, en una nueva oferta puesta en marcha el año pasado. “Nosotros nos mantenemos con los ingresos de taquilla. El 96,56% de nuestro presupuesto anual, que para 2013 es de casi nueve millones de euros, proviene de las entradas”, explica el deán. El Cabildo gastará este año un 20% de su presupuesto en las rehabilitaciones que tiene en marcha en el retablo mayor y en la fachada norte del templo.

La Unesco instó al palacio a restringir el acceso a algunas de sus dependencias

El Real Alcázar, un solar bañado por el antiguo puerto del río Guadalquivir que ha sido centro de poder de la ciudad desde el siglo VIII, es también uno de los más concurridos de Andalucía. El año pasado lo visitaron 1.250.000 personas y, al igual que la Catedral, sus ingresos por taquilla son la base de su presupuesto. Sin embargo, la misión de la Unesco que visitó la ciudad en noviembre de 2011 para informar sobre el impacto paisajístico de la Torre Pelli hizo una recomendación al Alcázar para amortiguar “los impactos del exceso de turismo”. “Podría ser útil, al menos en algunos de los espacios más sensibles, restringir el número de visitantes con políticas de acceso similares al sistema de reserva de los palacios nazaríes de la Alhambra”, dice el informe.

“El espacio más visitado del Alcázar es el palacio mudéjar y en temporada alta tenemos que restringir el número de visitantes. Nosotros pensamos que el conjunto tiene capacidad para recibir más visitas si lo dividimos en cuatro recorridos que puedan realizarse en un hora y media”, explica Jacinto Pérez Elliott, director del Real Alcázar, un monumento que ocupa ocho hectáreas y media. El palacio quiere adecuarse a los tiempos, por lo que este mes ha puesto en marcha un sistema de venta anticipada de entradas y ofrece visitas temáticas nocturnas. El Alcázar, con un presupuesto de 6,7 millones para 2013, comenzará en abril la obra de la cripta del patio de Banderas, que permitirá conocer los restos arqueológicos excavados en la plaza. Parece que la tríada afronta el futuro haciendo suyo el lema: “renovarse o morir”.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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