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Nueva subasta de los fármacos que quedaron sin adjudicar

La consejera de Salud pide a los laboratorios que rebajen el precio de los medicamentos utilizados para combatir el cáncer

La Junta de Andalucía anunció ayer que volverá a licitar “en breve” los medicamentos cuya adjudicación quedó desierta en la subasta de la pasada semana. La consejera de Salud, María Jesús Montero, reiteró ayer su queja sobre los obstáculos externos a los que, en su opinión, se enfrenta la subasta de medicamentos genéricos que impulsa Andalucía como medida para lograr el ahorro en ese concepto de decenas de millones de euros al sistema sanitario público.

La primera subasta celebrada por la Junta de Andalucía fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno central, que considera que estas competencias farmacéuticas son de exclusiva titularidad estatal. El pasado diciembre, el Constitucional levantó la suspensión cautelar sobre la subasta de fármacos que acompañaba al recurso gubernamental ante “el perjuicio económico” que supondría el veto a uno de los pilares del plan de ajuste andaluz. A renglón seguido, el Ejecutivo autónomo anunció la convocatoria de una segunda subasta. Por su parte, el ministerio dirigido por Ana Mato ya ha dicho que presentará un nuevo recurso contra la convocatoria andaluza.

La patronal farmacéutica ha mostrado su malestar por la decisión del Ministerio de Sanidad de obligar a varios laboratorios seleccionados en la primera subasta de medicamentos de la Junta de Andalucía a extender al resto de España el precio ofertado para esta comunidad autónoma.

Por otro lado, Montero garantizó ayer que todo medicamento contra el cáncer “que haya demostrado su eficiencia terapéutica” se ofrecerá a los pacientes atendidos en el sistema sanitario público andaluz. La consejera acompañó la declaración de intenciones con la petición a los laboratorios de una rebaja de precios de estos fármacos.

Montero argumentó que, aunque creía “lógico” que los laboratorios repercutan en el precio de los medicamentos el proceso de investigación y desarrollo, el coste de algunos fármacos para tratamientos oncológicos tenía un impacto creciente en la factura farmacéutica de los sistemas sanitarios públicos. “No hay ningún medicamento que haya demostrado su eficacia en el tratamiento del cáncer que no haya sido incorporado”, concluyó la consejera.

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