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El Teatre Nacional proyecta cerrar la Sala Tallers

La medida es consecuencia del descenso de espectadores

La actual dirección del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) y su Consejo de Administración están estudiando la posibilidad de cerrar la Sala Tallers como medida para hacer frente al descenso de ocupación que está sufriendo el teatro y a la previsible reducción de la aportación de la Generalitat, cuyos presupuestos para 2013 están aún por aprobar.

La Sala Tallers es la que acoge, desde hace seis temporadas, el proyecto T6, la iniciativa de apoyo a la escritura teatral contemporánea que poco a poco se ha consolidado hasta situarse como referente de promoción de los nuevos autores catalanes con un exitoso historial de montajes. Este nuevo escenario se está barajando junto con otros no menos radicales, como podría ser la aplicación de un ERE a la plantilla. Se prevé la confirmación del tipo de reajuste para finales de la próxima semana; en cualquier caso “no serán buenas noticias”, según han declarado fuentes del teatro. Habrá que ver cómo estas medidas, que llegan en el delicado contexto de cambio de dirección del TNC —en junio Xavier Albertí fue nombrado sucesor de Sergi Belbel a partir del próximo mes de julio—, afectan al futuro de la institución y, en concreto, a la continuidad de lo mejor que ha hecho el TNC por la escritura teatral catalana.

Los montajes programados dentro del T6 en la Sala Tallers en lo que queda de temporada y que podrían saltar, de confirmarse el peor de los supuestos, son Groenlàndia de Jordi Faura (del 13 de febrero al 3 de marzo); No parlis amb estranys (fragments de memoria) de Helena Tornero (del 3 al 21 de abril); y Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach de los jóvenes Nao Albert y Marcel Borràs (del 29 de mayo al 16 de junio).

Las circunstancias que afectan al TNC son las mismas que inquietan a todos los teatros catalanes, un sector que parecía ir sorteando la crisis, hasta que se aplicó el aumento del IVA en septiembre del 21%.

A mediados de diciembre Lluís Pasqual anticipaba la ejecución de un ERE temporal para afrontar las dificultades económicas del Teatre Lliure, y que Daniel Martínez, presidente de FOCUS y de ADETCA (Associación de Empresas de Teatro de Cataluña), anunciaba a primeros de enero un descenso del 25% de público en los teatros que gestiona el grupo (Romea, La Villarroel, Goya y Condal) durante el 2012.

Las próximas estadísticas de la asociación confirmarán la gravedad de la situación; por el momento, los resúmenes que elabora semanalmente atestiguan que la ocupación de los últimos montajes del TNC (Ball de titelles, Els nostres tigres beuen llet,) se ha situado entre el 32% y el del 64% de ocupación media.

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