_
_
_
_
_
MÁS ALLÁ DEL DEBATE SOBERANISTA / EDUCACIÓN

La quimera del éxito escolar

El 21,8% de los alumnos catalanes no llega a obtener el graduado escolar

La consejera de Educación, Irene Rigau, se propuso hace dos años cumplir con el objetivo marcado de la Unión Europea de reducir el fracaso escolar hasta el 15% en 2020. El pasado mes de junio, Rigau reconoció que no lo conseguiría. Actualmente, el porcentaje de alumnos que no llega a obtener el graduado escolar es del 21,8%, mientras que el 26% de los alumnos que después de aprobar la ESO no continúa estudiando, unas de las cifras más altas del Estado. Ayer, en un debate electoral sobre educación, la consejera en funciones volvió a mostrar su esperanza en que se alcance “aunque las restricciones económicas no lo ponen fácil”, admitió.

El sector educativo es, junto a la sanidad y los servicios sociales, donde más ha golpeado los rectores de la Generalitat, no solo en cuanto a la dotación económica, sino a las consecuencias de ese tijeretazo. En estos dos años de gobierno de Convergència i Unió, el presupuesto en educación se ha reducido inicialmente un 12% y un 20% en universidades. Inicialmente porque es lo que consta en los Presupuestos de la Generalitat de 2012, unas cifras que durante este año han pasado por la guillotina en varias ocasiones.

La legislatura se inició con la supresión de la sexta hora escolar, pero continuó con el aumento de las horas lectivas a los profesores al mismo tiempo que se les recortaba un 15% el sueldo, el incremento del número de alumnos por aula, el recorte de los recursos a las becas comedor, la reducción a la mitad las subvenciones a las guarderías, el freno a la digitalización de las aulas, la creación de una tasa de 360 euros para la FP de grado superior y el incremento de un 66,7% las matrículas universitarias. Las consecuencias se visualizaron claramente a principio de este curso con 30.000 alumnos más, pero 3.000 profesores menos, con aulas más llenas y profesores con más trabajo pero menos sueldo. Además, se han encarecido notablemente las guarderías y, como medida extrema, se han cerrado jardines de infancia y escuelas.

Con este panorama, la comunidad educativa y los partidos aseguran que la calidad en la educación bajará, cosa que no ayudará ni a mejorar los resultados académicos ni luchar contra el fracaso escolar. Los profesores le reprochan a Rigau que haya hecho de los recortes “el eje central de las políticas de educación” y la acusan de “no dejar títere sin cabeza” por haber pasado las tijeras desde las guarderías a la educación superior, pasando por la atención a los alumnos con necesidades especiales.

En un debate sobre educación con los principales partidos celebrado ayer, las formaciones de izquierda exigieron la retirada de los recortes. Desde el PSC además se aseguró que los recortes están “rompiendo la escuela”. Iniciativa aseguró que los ajustes se pueden evitar buscando ingresos alternativos que recaigan en los bancos y sobre las rentas más altas. Para Esquerra los recursos económicos llegarán —y los recortes se acabarán— con la independencia.

Los únicos que defendieron las políticas de ajuste en educación fueron las formaciones conservadoras. El Partido Popular afirmó que en este contexto de crisis “hay que pedir esfuerzos a todos” y preguntarse “¿qué podemos hacer nosotros por nuestro país?”. Desde CiU, Irene Rigau aseguró que se tratan de “medidas coyunturales”, pero reconoció que no sabe “hasta cuándo”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_