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El exdirector del festival de cine de San Sebastián dirigirá la Cineteca

Mikel Olaciregui sustituye al destituido responsable de Documenta y Matadero Madrid

Mikel Olaciregui
Mikel Olaciregui

Se cumplen nueve meses de la llegada del delegado de Las Artes, Fernando Villalonga, al Ayuntamiento de Madrid y todavía continúa el rosario de destituciones y ceses. A la larga ristra de cargos culturales reemplazados por caras nuevas se suma ahora otra. A Antonio Delgado —desde hace 10 años y hasta hace una semana responsable y creador del festival de documentales Documenta Madrid y, desde su inauguración hace un año, de la programación de la Cineteca de Matadero— lo sustituirá Mikel Olaciregui, el que fuera director del festival de cine de San Sebastián también durante una década.

Poco queda ya del equipo liderado por Alicia Moreno al frente de las instalaciones e instituciones escénicas de la capital. El último cese, precisamente la semana pasada por burofax, fue el de Delgado: “No quiero hablar de mi situación personal. Soy un español más de entre esos cinco millones de desempleados. Solo espero que Documenta siga su andadura con quien me sustituya y, a poder ser, mejor”, aseguraba ayer por teléfono sin conocer a ciencia cierta el nombre de su sustituto.

Desde hace tiempo, el nombre de Olaciregui resonaba por las salas de la Cineteca. “Es muy amigo de Yolanda Bergareche \[máxima responble de Madrid Arte y Cultura —Macsa—, la empresa que gestiona las actividades culturales del consistorio\]“, comentaban personas ligadas al área. El nuevo nombramiento, con toda probabilidad, se hará oficial el próximo jueves en la presentación de la nueva temporada.

En lo referente a la destitución de Delgado: “Está enmarcada dentro de la renovación del equipo”, adujo el propio Villalonga. “En una reunión con el afectado \[Delgado\] se limitaron a decirle que era una cuestión de confianza”, señalan fuentes del área.

Olaciregui dejó por voluntad propia la dirección del festival en 2011, pero continuaba vinculado a él como colaborador de la dirección para Estados Unidos. Su llegada a Madrid coincide con los recortes que el Ayuntamiento está imponiendo en todas las áreas, y también en la cultura. Sin ir más lejos, el presupuesto de la Cineteca, previsto en 950.000 euros, sufrió un hachazo del 21% en primavera, hasta quedarse en 750.000 euros. También el festival Documenta tuvo que apretarse el cinturón en la edición de este año —apenas 200.000 euros de presupuesto, la mitad que la edición anterior—, suprimiendo la gala de inauguración y reduciendo los premios de los ganadores.

Olaciregui llega con el encargo de hacer más con menos. Aún no ha firmado su contrato, pero ha aceptado la oferta que le ha hecho Villalonga, según confirmaron ayer fuentes municipales.

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Uno de sus principales cometidos será potenciar el complejo audiovisual llamado Cineteca, un espacio inaugurado en septiembre pasado en una de las naves de Matadero y que cuenta con dos magníficas salas de proyección (Azcona, con 239 butacas y la Sala B, con 90), un plató de rodaje, un archivo y una cantina, con terraza, en la antigua caldera del Matadero. Este año sirvió precisamente como sede del festival Documenta Madrid.

Las proyecciones, en muchos casos, como en estos pasados meses estivales, presentaban muchas butacas vacías, en parte por las dificultades presupuestarias que ha tenido el espacio para publicitar su propia programación, a pesar de la calidad de sus contenidos, dedicados a la no ficción, y de las características de las salas.

Olaciregui tendrá que atraer a los espectadores hasta el Paseo de la Chopera 14 y abrir las puertas al público infantil. Y quién sabe si también al cine de ficción. Ya hace unos meses, Bergareche, como flamante gerente de Macsa, anunciaba un cambio en la programación de la Cineteca: proponía mantener el enfoque documental, pero ampliar los ciclos a otros géneros. En julio el espacio acogió el segundo Festival de Cine Online, con propuestas de todos los géneros.

Lo que es seguro es que Matadero, el buque insignia de la cultura madrileña, no puede dejar de lado al cine ni a la inversión de seis millones de euros que hizo el equipo de Gallardón para que José María Churtichaga y Cayera de la Cuadra hicieran esa original realidad arquitectónica llamada Cineteca.

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