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“Una especie de relámpago atrapó a los brigadistas”

Un testigo relata cómo murieron dos personas en el incendio de Alicante

Un brigadista trabaja en el incendio en Torremanzanas.
Un brigadista trabaja en el incendio en Torremanzanas. PEDRO ARMESTRE (AFP)

“Fue como un relámpago que los atrapó”, relataba este lunes Carlos Blanes, el alcalde de Penàguila, del PP, testigo directo del accidente que en la tarde del domingo costó la vida a dos brigadistas e hirió a otros dos durante las labores de extinción del incendio que todavía está activo en Torremanzanas (en el interior de Alicante).

El incendio ya ha quemado 600 hectáreas de pinos centenarios, pero el fuego estaba este lunes estabilizado. Los municipios afectados son Torremanzanas, Penàguila y Benifallim. El fuego se originó a mediodía del domingo, cuando un automovilista tuvo una avería. Al abrir el capó del vehículo salió una llamarada que prendió en la vegetación de la zona. El mismo conductor avisó a las autoridades.

El alcalde de Penàguila agregó que los miembros del equipo de extinción estaban combatiendo el fuego a unos 50 metros de las llamas. “En el lugar en el que se hallaban no ardía nada, pero de repente y tras el estallido del relámpago comenzó a arder todo”, detalló. La versión del regidor fue corroborada por Miguel Ponsoda, delegado de CC OO en la empresa pública Tragsa, para la que trabajaban los brigadistas.

Ponsoda explicó que las víctimas quedaron atrapadas en una deflagración térmica (explosión de una bolsa de aire caliente). La explosión provoca que, en décimas de segundo, arda todo el terreno en un radio de unos 20 metros. Este fenómeno no es habitual y es consecuencia de la combinación de altas temperaturas y la sequedad del terreno.

El fuego ha arrasado 600 hectáreas de pino centenario

El consejero de Gobernación de la Generalitat valenciana, Serafín Castellano, dio una escueta explicación. “Quedaron atrapados, pero las circunstancias las tenemos que aclarar”, agregó el inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos.

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Los fallecidos son Ernesto Aparicio Esteve, de 50 años, vecino de Ibi (Alicante) y natural de Enguera (Valencia), y Emilio Albargues, un brigadista de Tragsa natural de La Pobla del Duc (Valencia). Aparicio estaba casado y tenía dos hijos. Sus convecinos apuntan a su gran amor por la naturaleza. Emilio, casado y con un hijo, era lo que sus compañeros llaman en argot un “correturnos” (trabajador que cubre bajas). En el momento del accidente conducía una motobomba.

Las labores de extinción han vuelto a suscitar críticas de los partidos de la oposición y sindicatos. Juan Miralles, secretario general de CC OO en las Brigadas de Emergencia de la Generalitat, exigió una “investigación a fondo”. El PSPV-PSOE anunció que reclamará responsabilidades al Ejecutivo valenciano.

El fuego provocó el desalojo de un campamento con 130 niños y casas diseminadas. Los dos heridos permanecían este lunes ingresados. Uno, cuya vida no corre peligro, en el hospital Virgen de Arrixaca, en Murcia. El segundo, grave, sigue en el hospital General de Alicante.

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