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La falta de negociación fuerza el ERE de la EMT de Valencia

La empresa municipal plantea despedir a 208 trabajadores

No hay mediador, luego no hay negociación. Ese parece el devenir de la EMT, que este lunes le traspasó al comité de empresa la intención de llevar a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) de 208 trabajadores, un 14% de los 1.545 en plantilla.

“Lo van a presentar porque no aceptamos la negociación”, explicó Vicente Moreno, presidente del comité de empresa, “y no podemos asumir una imposición después de tantas jornadas de lucha”, insistió. El portavoz se refirió a los días de huelga durante el fin de semana de San Juan y a las protestas frente al Ayuntamiento que llevan realizando desde hace meses.

Según lo previsto, que se hará público el próximo jueves, el número de despidos se corresponde a 110 conductores, 25 mecánicos, 36 peones, 25 de personal de administración y 17 de maniobras. Una cantidad que el comité no ha querido valorar “por pena”. “Les pedimos dialogar con el director general, pero no han querido”, añadió Moreno, que negó de nuevo las aproximaciones que hizo el concejal de Transportes, Alfonso Novo, un día previo a la huelga.

Reducción del 10%

El ERE en ciernes responde, según el Ayuntamiento, a la falta de acuerdo entre la empresa y los trabajadores, a los que se les ofreció rebajar un 10% de su salario para evitarlo. El concejal de Circulación y Transportes, Alfonso Novo, declaró poco antes de los paros de los días 21, 22, 23 y 24 de junio que estaba dispuesto a meterse “en un cuarto” y no salir “hasta que haya una solución”. Novo pidió entonces “prudencia y sensatez” y aclaró que las reivindicaciones eras “falsedades” porque, en alusión a la alcaldesa, “Rita sí que paga”. “Está en juego la viabilidad de la empresa”, añadió, “y lo que está pasando en la calle es injusto. Lo único que provoca es que el acuerdo sea más difícil”, acusó en aquella ocasión.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por su parte, ha lamentado en varias ocasiones que los trabajadores no acepten esa reducción salarial para “evitar el despido de 200 compañeros”. La regidora nunca ha ocultado su malestar por las protestas y fue acusada de insultar a una conductora de autobús. La alcaldesa, según explicaron fuentes de la empresa, se acercó a la trabajadora y le recriminó que ganaba “tres mil y pico euros”. Ella lo justificó alegando que lo que se está pidiendo es “bajar un 10% aproximadamente el salario para estimular la solidaridad”.

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