Mas alaba a los trabajadores públicos en plena oleada de despidos
La semana pasada se cerró el ERE del Incasòl y se presentó el de GISA
Los trabajadores públicos son importantes para la Generalitat. El presidente, Artur Mas, los alabó ayer como integradores de las “estructuras de Estado” que quiere Convergència i Unió para Cataluña. Pero quién bien te quiere te hará llorar, y los halagos, realizados en la celebración del centenario de la Escuela de Administración Pública de Cataluña, llegan tras una semana negra para los trabajadores públicos: con el ERE cerrado en el Incasòl y el anunciado en GISA. El primero se saldó con 173 despidos y el segundo afectará a 95 trabajadores, el 42% de la plantilla.
En su discurso, Mas reconoció “la fuerte presión a la que están sometidos los trabajadores de la función pública por sus condiciones laborales”, pero les exigió ayuda: “De su actitud depende en buena medida que podamos ayudar a la recuperación económica de país”.
Los despidos, sin embargo, continuarán. La intención de la Generalitat es despedir a 1.400 empleados de empresas públicas antes de que acabe el año, todos con contratos laborales, no vinculados al cuerpo de funcionarios. A los trabajadores, además, se les mantendrá la reducción del 5% de su sueldo como mínimo hasta 2014, lo que permitirá a la Generalitat ahorrar 420 millones de euros.