Sevilla esquiva el castigo de la Unesco por el rascacielos diseñado por César Pelli

Lo que ha conseguido este miércoles Sevilla es como cuando a un estudiante que ha suspendido en septiembre le dejan pasar de curso con el compromiso de aprobar las asignaturas pendientes el año que viene. El Comité de Patrimonio Mundial de la  Unesco ha concedido un año de plazo a la ciudad para decidir si la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar quedan inscritas en la lista de patrimonio en peligro debido al impacto visual del rascacielos de 178 metros diseñado por César Pelli, cuyas obras avanzan en la Isla de la Cartuja.

La decisión la adoptó en San Petersburgo el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco. La propuesta que figuraba en el orden del día era la inclusión de los tres monumentos en la lista negra del organismo internacional lo que, casi con toda seguridad, acabaría desembocando en la pérdida del sello de la Unesco. El peligro no ha desaparecido, pero la ciudad ha ganado tiempo. Doce meses, según informó la Unesco en su cuenta de Twitter, en la que dejó claro que la decisión de no castigar a la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar es solo para “este año”. Esta propuesta no recibió el respaldo de una minoría de países, como Estonia, que llegó a calificar de “arrogante” la postura de Sevilla y España y criticó la “inacción” del Ayuntamiento para evitar que las obras avanzaran a pesar de las advertencias de la Unesco.

El debate fue tenso y complicado para la comitiva española. El país no forma parte del Comité de Patrimonio Mundial, por lo que, en los últimos días, el Gobierno central y el municipal se han entregado a un maratón diplomático para lograr adhesiones a su causa. Consiguieron que Argelia reclamara la intervención en la sesión de ayer del alcalde, el popular Juan Ignacio Zoido. Una propuesta presentada por varios países permitió también la participación del director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Jesús Prieto de Pedro. “Ha sido un debate duro”, admitió el alcalde, que se mostró seguro de que el sello patrimonial no corre peligro. “Prácticamente se da por cerrado el caso”, aseguró Zoido.

Todavía falta por conocer el texto de la resolución final de la reunión, en el que, previsiblemente, se recogerán las condiciones que se le han impuesto a Sevilla para que el año que viene reciba el indulto definitivo. La Unesco ya adelantó ayer que para dar un año de plazo ha exigido garantías de que los “nuevos desarrollos” urbanísticos en la ciudad no dañen los monumentos protegidos.

La mayoría de los países admitieron que con la torre ya casi terminada no tiene sentido exigir la paralización de las obras (que supondría indemnizar a la promotora, Banca Cívica, con más de 200 millones de euros). Casi todos reconocieron que el rascacielos no afecta a las cualidades por las que se otorgó el sello de la Unesco a los tres monumentos y alguno llegó a señalar que no sería descartable que, dentro de unos años, se estudiara declarar Patrimonio Mundial al rascacielo de César Pelli.