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Ángel Corella no tira la toalla

El Barcelona Ballet presenta un ERE ante el silencio de la Generalitat y el Ayuntamiento

Ángel Corella en el Liceo.
Ángel Corella en el Liceo. MARCEL.LÍ SÀENZ

Las promesas de Artur Mas y Xavier Trias se han convertido en agua de borrajas. Desde su llegada a Barcelona, Ángel Corella (Madrid, 1975) no ha recibido ni un solo euro de los prometidos por los políticos y las instituciones catalanas. Lleva un año instalado en la ciudad y gastados más de medio millón de euros de su propio bolsillo, a la espera de dar continuidad a un ambicioso proyecto de ballet clásico.

En la sede de la compañía de Ángel Corella se respira normalidad, los bailarines realizan sus clases y ensayos intentando no pensar en que su director ha tenido que presentar un expediente de regulación de empleo (ERE). Lo que le prometieron el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha quedado en nada. Corella se muestra abatido, triste, pero hace de tripas corazón para seguir adelante: “Ha sido cruel el comportamiento de los organismos oficiales con nuestra compañía. Al principio estaban muy interesados en el plan cultural que les presentamos, se trataba de llevar el nombre de Barcelona por los escenarios del mundo e impartir clases de danza, pero todo ha quedado en nada”.

Corella respira hondo y prosigue: “También la Diputación de Barcelona nos prometió una cantidad de dinero y ni siquiera nos dice que no será posible, vamos de excusa en excusa, y la respuesta es siempre la misma, que en el próximo pleno se valorará, y así vamos pasando, pero al final la situación se ha hecho insostenible”.

El coreógrafo confiaba ciegamente en la promesa de la Diputación de Barcelona: “Me dijeron que ellos no tenían problemas con el Ayuntamiento y la Generalitat y que nos ayudarían, y luego resulta que el coordinador de este organismo, Josep Maria Matas, y su sucesor, Josep Tous, fueron destituidos fulminantemente por sospechas de corrupción. La verdad, pienso que quizás, desde el primer momento, no hemos tenido los interlocutores apropiados”.

La compañía de Corella acaba de llegar de una gira por Estados Unidos con un gran éxito y con la posibilidad de que vuelvan a ser contratados el próximo año. Sin embargo, si no hay subvenciones, no podrán cumplir con estos compromisos tan ambiciosos. No obstante, Corella afirma: “Cumpliré con las actuaciones que ahora tengo contratadas en el Festival de Peralada, Pekín y otras ciudad de España”.

El pasado sábado, de su despacho salía María José Balañá con un nuevo compromiso. Es la empresaria que desde el principio le ha programado en sus teatros de Barcelona, el Tívoli y el Coliseum. En este último la compañía actuará durante dos semanas a principios del próximo mes de junio. Con cierta ironía, Corella manifiesta: “He pasado de ser una primera figura en el American Ballet Theater, cobrando mucho dinero, a ser un bailarín en paro en mi propio país, es lamentable”.

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Corella continúa con sus planes educativos: “Ahora, a principios de junio, voy a impartir un curso de danza en la sede y también a partir de septiembre la abriremos como escuela, esto me permitirá tener unos ingresos para alimentar a la compañía. La mayoría de mis bailarines tenían contrato indefinido. Es una pena lo que está sucediendo”. Sobre este desánimo, apunta: “No quiero darme por vencido. Cuando Mas y Trias me apoyaron, ya había estallado la crisis; sinceramente, no sé qué ha pasado”.

Ángel Corella está más delgado, pero su sonrisa de anuncio de dentífrico no le abandona ni en estas circunstancias: “No puedo darme por vencido, ni por mis bailarines ni por mí”. Y añade: “Estoy ilusionado con el montajes de dos nuevas coreografías creadas por los bailarines de la compañía Kirill Radev y Russell Ducker, y también pienso en contactar con algún creador catalán”.

A propósito de lo que se ha dicho acerca de que los grupos de danza contemporánea catalanes no están de acuerdo con la presencia de la compañía de ballet clásico de Corella en Barcelona, la Asociación de Profesionales de la Danza ha manifestado a EL PAÍS que esta afirmación no es cierta y que lo único que querían era que siguieran los cauces pactados para obtener una subvención, que no se saltaran los trámites reguladores vigentes. Matthew Bledsoe, manager de la compañía, afirma: “Hemos presentado la documentación necesaria como lo hacen todos lo grupos, solo que nosotros vinimos a Barcelona con unas promesas previas que luego se las ha llevado el viento, pero no vamos a desfallecer”.

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