Las cuentas avivan la crisis en la patronal alicantina
Los empresarios del metal piden la dimisión de la cúpula directiva de Coepa
Nueva crisis en el seno de Coepa. Las cuentas de la gran patronal alicantina provocaron este viernes una tensa junta directiva de la organización. La polémica se arrastra desde la etapa de Modesto Crespo al frente de la patronal y tampoco se supo resolver durante la presidencia de su sucesor, Rafael Martínez Berna.
Pero no fue este el único punto de fricción. En la reunión también hubo voces críticas con el último ajuste de empleo anunciado por la patronal (32 trabajadores serán suspendidos de empleo durante seis meses y otros 34 tendrán una reducción de jornada del 12,5%), que también fue cuestionado por el metal y la patronal de pymes (Cepyme), que reclamaron más datos sobre el mismo.
De poco ha servido el intento del equipo que preside Moisés Jiménez de terminar con la polémica sobre la incorrecta elaboración de la contabilidad de la organización, a raíz de que una sentencia declarara ilegales los números de la entidad de 2006. El comité ejecutivo acordó en su última reunión, la semana pasada, reformular las cuentas entre 2006 y 2010 sin esperar ni al recurso que presentaron a la citada sentencia ni al fallo sobre las cuentas de 2009, también en el juzgado.
La patronal del metal exigió en la reunión la cabeza del secretario general de la patronal, Javier López Mora, (que ocupa este mismo cargo en la autonómica Cierval) y del director de la organización, Fermín Crespo. Jiménez desoyó la petición.
“Hemos votado en contra porque siguen diciendo que es un tema contable y no es cierto”, explicó tras la reunión el presidente de la Federación del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Guillermo Moreno. El responsable del metal lamentó que la presidencia pretendiera que se aprueben las cuentas de cinco años sin estudiarlas previamente.
Moreno también lamentó que el presidente de Coepa haya evitado reunirse con él antes de esta junta directiva a pesar de sus reiteradas peticiones. En un comunicado tras la junta directiva, Coepa informó de la aprobación de la reformulación de las cuentas de los años citados con 45 votos a favor, seis en contra (cuatro del metal y dos de Cepyme) y una abstención.
El Juzgado de Primera Instancia número 7 de Alicante declaró nulas las cuentas de 2006 al considerar que no reflejaban ni su patrimonio, ni su resultado, ni su situación financiera. El pronunciamiento se produjo a raíz de una denuncia de Fempa. En ella, la organización del metal mantenía que Coepa contabilizó una subvención de la Generalitat de 258.434 euros como ingreso corriente, cuando “debería haberlo incorporado al balance”.
El grueso de los ingresos de la patronal alicantina provienen de subvenciones, principalmente de la Generalitat Valenciana. El año pasado, por ejemplo, de los siete millones de presupuestos, apenas algo más de 200.000 euros llegó vía cuotas, y el resto fueron subvenciones, según datos facilitados por la organización.
Coepa defendió este viernes que la modificación de las cuentas, que serán sometidas a cinco asambleas el próximo 11 de junio, es una “reclasificación contable” que no afecta “sustancialmente a las masas contables de Coepa ni a su patrimonio neto actual”.
