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“Los institutos han pasado de la extremaunción a enfermos graves”

Los directores de ESO continúan con las protestas por los impagos del Consell

Los directores de Secundaria, en la asamblea celebrada en el IES Lluís Vives de Valencia, ayer.
Los directores de Secundaria, en la asamblea celebrada en el IES Lluís Vives de Valencia, ayer. TANIA CASTRO

“Los institutos públicos han pasado de ser enfermos de extremaunción a enfermos muy graves”, resumió ayer de manera gráfica el presidente de la asociación de directores de Secundaria, Vicent Baggetto, tras la asamblea en la que un centenar de directores de la provincia de Valencia constató que, a pesar del anuncio de pago de la semana pasada por parte de la Generalitat, “a muchos centros aún se les adeudan 9.500 euros de los gastos de funcionamiento correspondientes al segundo cuatrimestre de 2011”.

La Consejería de Educación, además, sigue “sin dar información” sobre el pago del tercer cuatrimestre de 2011, ni de otras ayudas, como comedor, becas o libros. Por todas estas razones, los directores acordaron realizar otra concentración el martes 7 frente a la consejería.

En la asamblea, celebrada en el instituto Lluís Vives de Valencia, los directores pusieron de manifiesto que la situación financiera del sistema educativo público “está muy lejos de ser normal”. “Solo se recuperará la tranquilidad cuando la Generalitat pague lo que falta de 2011 y fije un calendario para 2012”, concluyó Baggetto.

Los directores reprochan, por tanto, que desde “Educación se facilite información que no responde a la realidad” y se hagan declaraciones en el sentido de que, con esta transferencia, “los centros tienen ahora dinero suficiente para hacer frente a los gastos”, realizadas el lunes por la consejera María José Catalá, en su visita a un centro concertado de FP vinculado al Opus Dei.

No fue lo que salió a relucir en la asamblea. “Si pagamos las deudas, tendremos para funcionar otros 15 días”, coincidieron varios directores. A los impagos a los proveedores de material escolar, se acumulan cientos de facturas en los cajones de los centros educativos. En algunos casos, “debido al aumento de ratio por clase, han tenido que comprar hasta sillas”, aplazar arreglos de mantenimiento o convivir con goteras en los techos.

El encaje de bolillos con el que lidian los equipos directivos día a día se complica ahora con la dificultad para cuadrar los presupuestos de 2011 antes de que finalice febrero sin caer en la ilegalidad. Asesorados por abogados, los directores acordaron incluir en el balance de gestión unas “diligencias con las facturas detalladas, no pagadas”.

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Pese a la “asfixia” económica, los directores acordaron, en sintonía con la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), mantener las actividades formativas complementarias y extraescolares.

Ante la quiebra financiera del sistema educativo valenciano, “sorprende” que la Generalitat anuncie otro cuerpo de auditores. “No nos oponemos, pero es difícil de entender la duplicidad del control porque puede ser interpretada de manera incorrecta por la opinión pública”, puntualizó Baggetto, en referencia a que los datos se usen para deteriorar la gestión de los centros.

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