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LA TRAGEDIA DE LA NOCHE DE HALLOWEEN

Botella privatizará la organización de espectáculos en recintos municipales

El Ayuntamiento solo montará eventos deportivos en Madrid Arena y Caja Mágica

<B>PRIMER CONTROL: REGISTROS EN LA CALLE.</B> Seguriber, contratada por el promotor de la fiesta, se encargó de vigilar —junto a los operarios de Kontrol 34— que el público que pretendía acceder al pabellón Madrid Arena no llevara alcohol, drogas u objetos peligrosos. Debía evitar además que se colaran menores de edad.
PRIMER CONTROL: REGISTROS EN LA CALLE. Seguriber, contratada por el promotor de la fiesta, se encargó de vigilar —junto a los operarios de Kontrol 34— que el público que pretendía acceder al pabellón Madrid Arena no llevara alcohol, drogas u objetos peligrosos. Debía evitar además que se colaran menores de edad.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP), quiere “poner orden” en la empresa municipal que gestiona los grandes pabellones de la capital, incluido el Madrid Arena, para vender luego los edificios que no resulten rentables y privatizar en parte la gestión del resto.

El Ayuntamiento mantendría así durante algunos días al año el uso público para el que fueron concebidos (por ejemplo, torneos de tenis o de baloncesto), y pondría en manos de empresas privadas su explotación para conciertos, sin permitir, eso sí, macrofiestas como la que les costó la vida a cinco jóvenes el 1 de noviembre.

El Gobierno municipal (PP) refundó en 2006 la empresa que gestionaba sus recintos feriales, unificando bajo una misma bandera tres grandes pabellones: Madrid Arena, Caja Mágica y Palacio de Congresos. Renombró la empresa municipal como Madrid Espacios y Congresos (Madridec) y amplió su objeto social para abarcar casi cualquier forma de hacer caja con sus edificios, que además de esos recintos incluía un tutti frutti de otros inmuebles de todo tipo y condición.

A corto plazo seguirá alquilándolos pero no para fiestas como la de Halloween

Aquello le vino de perlas al entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, cuando la crisis le pilló fuertemente endeudado por sus descomunales inversiones. Madridec se convirtió en una sociedad anónima cuya utilidad pública se supeditó a un fin prioritario: ganar dinero. Esa es la raíz de los males que sufre el Gobierno local heredado hace un año por Ana Botella. Por eso, entre bambalinas, de espaldas a la tormenta política, ha decidido que no sea el Ayuntamiento quien se ocupe de rentabilizar esas instalaciones. Venderá las que no cuadren con su idea de lo público y privatizará la gestión del resto, reservándose parte del calendario para actos que considere de utilidad social. Seguirá, pues, el modelo de la Comunidad de Madrid con el Palacio de Deportes y la plaza de toros de Las Ventas.

Eso, a medio plazo. Antes quiere limpiar de arriba abajo una empresa de cuyos cajones desconfía, y para eso busca a un gestor que ponga en marcha sus directrices, tras haber despedido a los dos anteriores porque, dijo, le ocultaban información. Deberá además cuadrar las cuentas de Madridec, que respira gracias al dinero que le inyecta cada año el Ayuntamiento (30 millones en 2013) para cubrir sus pérdidas operativas (cinco millones). El año que viene prevé ingresar 25 millones por la venta de inmuebles, pero eso no cubre ni la mitad de la parte de su abultada deuda que deberá amortizar. En el día a día, Madridec es inviable, sobre todo ahora que el Gobierno central (PP) planea prohibir a las empresas municipales que pierdan dinero. Pero sus activos (483 millones) superan con creces su pasivo (289 millones). Así que, a corto plazo, y una vez solventados los fallos de seguridad detectados, seguirá operando como hasta ahora, alquilándose para todo lo que alguien la quiera alquilar... excepto macrofiestas.

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Su futuro se plantea en cualquier caso muy incierto. Madridec explota varios edificios y acumula aun más esqueletos en su armario. El Madrid Arena, el Palacio de Congresos y el Pabellón de Cristal están cerrados a la espera de ser reparados; el Ayuntamiento aún no sabe cuánto le va a costar, pero cuenta con vender otros inmuebles para pagarlo.

¿Qué podría vender? ¿Qué tiene? Tiene las instalaciones feriales de la Casa de Campo, a las que saca poco rendimiento debido a su antigüedad, a la crisis y a la fuerte competencia de Ifema. De prosperar Eurovegas, a partir de 2016, su futuro será más negro.

Tiene el edificio Apot, en el Campo de las Naciones, en el que está solventando fallos de seguridad para venderlo, como intenta sin éxito ya desde hace años con otro bloque en la calle Montera.

En el Campo de las Naciones, tiene además el auditorio del parque Juan Carlos I, que hace años que no se usa y en el que la propia Botella prohibió actos ruidosos cuando era edil de Medio Ambiente. Y en el apartado de esqueletos, tiene un enorme agujero junto a las cuatro torres, donde se iba a construir, y ya no se hará, un centro de convenciones de 300 millones. Y el Centro Acuático, junto al estadio de La Peineta, paralizado a la espera de ver si se convierte en instalación olímpica puntera o en otro polideportivo.

La alcaldesa pide perdón por hacer negocios con la empresa Diviertt

Mención aparte merece la Caja Mágica: debería ser estandarte olímpico, costó 294 millones y lleva dos años penando sin otro uso estable que uno o dos torneos de tenis al año. Primero se alquiló al Real Madrid, que duró una temporada: se mudó al Palacio de Deportes, que le gustaba más y le salía gratis. Este año se adaptó a las necesidades del equipo HRT de Fórmula 1, en detrimento de su uso deportivo por los madrileños, pero la escudería está ahora a la venta y su futuro como inquilino es más que incierto.

Botella anunció ayer: “He dado instrucciones para replantear el uso de Madrid Espacios y Congresos. A la luz de la tragedia, nos hemos replanteado el sentido de esta empresa municipal”. Para ello, lo primero que busca es un nuevo equipo directivo. El responsable político de Madrid Espacios y Congresos, Pedro Calvo, dimitió de todos sus cargos (aunque mantiene el acta de concejal) tras ser imputado por el juez en virtud de su cargo de presidente no ejecutivo. Es difícil que vuelva al Gobierno municipal, y su puesto como delegado de Economía ya ha sido ocupado por Enrique Núñez.

Los dos gerentes de la empresa municipal fueron destituidos por la alcaldesa, pero no por su gestión sino por “ocultar” el trato preferente que se había dado a Diviertt, la organizadora de la trágica fiesta. Ayer, la alcaldesa pidió perdón a los madrileños por confiar en esta empresa, y aseguró que nunca más tendrá tratos con ella. Ayer también, el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, propuso crear “una ITV” para las instalaciones municipales, dentro de sus conclusiones sobre la comisión de investigación. El documento final, pactado por el PP, el PSM y UPyD o con votos particulares de la oposición, se conocerá el próximo martes.

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