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El cura ultra de L’Hospitalet: “La homosexualidad es un pecado que va contra la naturaleza humana”

Entidades y políticos condenan el sermón de Ballester contra el movimiento LGTBI y el aborto

Alfonso L. Congostrina

El rector Custodio Ballester, de la parroquia de la Inmaculada Concepción de l’Hospitalet, ha vuelto a caer de bruces en la polémica. En esta ocasión después de una dura homilía pronunciada el 24 de junio en su iglesia donde acusaba a los homosexuales de pecadores. El sermón fue grabado, sin que Ballester lo supiera, con un teléfono móvil, y subido a las redes sociales. El sacerdote también cargaba contra sus compañeros religiosos por no expresar públicamente que la homosexualidad “es un pecado gravísimo que va en contra de la naturaleza del ser humano que está llamado a unirse a su mujer y ser los dos una sola carne. Esos que muestran sus vergüenzas están obrando mal”.

Ballester, ante la cercanía de los diferentes desfiles por el día del orgullo gay, comienza su sermón atacando: “Allí están los homosexuales en Madrid durante toda una semana mostrando sus vergüenzas públicamente y la próxima semana vendrán a hacerlo a Barcelona también. ¿Qué dicen los pastores? ¿Qué criterio dan para juzgar la verdad o la mentira de esto? Todos callados como muertos”. Es entonces cuando el sacerdote adoctrina a sus feligreses: “Si los curas no dicen nada, acabaréis pensando que ser gay está bien. Que eso de ser gay es guai. Pues no”. En ese momento Ballester echa mano de las escrituras y lee parte de la Carta a los Romanos de San Pablo: “Abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío”. Y entonces comienza su retahíla: “Hemos olvidado el sexto mandamiento que dice ‘no cometerás actos impuros’. Hemos olvidado que la homosexualidad es un pecado gravísimo porque va en contra de la naturaleza del ser humano…Los que gobiernan han puesto unas leyes donde al que dice lo contrario lo acribillan a multas y hasta lo meten en la cárcel por delito de odio a los homosexuales. Pues yo ya tengo demasiados pecados para además tener el de no decir la verdad”. El sacerdote critica también el aborto, pero vuelve a la carga contra el colectivo LGTBI: “Sigue siendo un pecado ser homosexual por mucho que lo promuevan los poderes públicos. Un día vendrán los Mossos d’Esquadra, esposarán a todos los curas que digamos la verdad y nos llevarán al presidio”. El sacerdote concluye su homilía: “Este mundo está podrido y pervertido”.

El Observatorio Contra la Homofobia ha sido el primero en exigir a los “diferentes grupos municipales y al equipo de Gobierno de l’Hospitalet el rechazo y condena de esta exaltación pública de la homofobia”. La alcaldesa, Núria Marín, ha recogido rápidamente el guante y en su cuenta de Twitter ha publicado: “No queremos lgtbifóbia en l’Hospitalet ni en ningún lugar. Este discurso es intolerable. Actitudes como estas fomentan comportamientos de odio”.

EL PAÍS ha contactado esta mañana con el sacerdote, que se ratifica en su sermón y denuncia ser una víctima: “Esto parece espionaje estalinista. Han grabado el sermón a traición, están espiando mis homilías y esto atenta contra la libertad religiosa”. Ballester ha admitido que si hubiera sabido que estaban grabándole hubiera moderado su discurso “porque en este sermón yo no hablo para todo el mundo sino para mis feligreses”. Aún así, defiende que él sólo realiza observaciones “morales” y no “jurídicas”. “Si el observatorio contra la homofobia se ha ofendido, que me denuncie. Yo rindo cuentas ante mis feligreses y cuando en el obispado me piden explicaciones ya digo lo que tengo que decir”.

Ballester sabe moverse en la polémica continuamente echando mano de un sentimiento ultracatólico muchas veces unido a una ideología ultranacionalista. Marín ha solicitado tanto al obispo Sistach como a Omella que llamen la atención del párroco o que lo trasladen a otra ciudad, sin éxito. Entre las hazañas de Ballester se encuentra la de conseguir que desfilaran por las calles de su barrio cristos, banderas de España y paramilitares de la Hermandad de Antiguos Legionarios de Cristo. Estas marchas, que llegaron a ser prohibidas por el Consistorio, acababan siempre celebrándose enmascaradas bajo la petición de manifestaciones en favor de la libertad religiosa y convocadas por la entidad ultracatólica HazteOir. El polémico sacerdote se ha fotografiado con líderes de partidos ultras como Democracia Nacional, ha celebrado misas en memoria de la División Azul y no ha dudado en manifestarse contra el aborto, frente al Ayuntamiento de Barcelona criticando las políticas de Ada Colau y en favor de la libertad religiosa.

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