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Las llamas arrasan 150 hectáreas en el municipio ourensano de Melón

El incendio, que la Xunta da por controlado, es el tercero de este año iniciado en la misma parroquia

Un brigadista durante un incendio forestal en Galicia el verano pasado.
Un brigadista durante un incendio forestal en Galicia el verano pasado.óscar corral

La provincia de Ourense, que este lunes ha alcanzado de nuevo temperaturas superiores a los 33 grados, ha amanecido cubierta por un denso manto de ceniza procedente del incendio que asola Portugal y de los fuegos propios generados a lo largo del día. El más importante, en el municipio de Melón, en donde las llamas han devorado unas 150 hectáreas.

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El fuego, que continuaba activo a última hora de la noche la Xunta daba por controlado, se inició a las 23 horas del domingo en la parroquia de Quins, según datos de la Consellería de Medio Rural, y fue ganando terreno a lo largo del día pese a la gran cantidad de medios dedicados a su extinción: ocho helicópteros de los efectivos de las brigadas de las bases de Laza (Ourense) y Tabullo (León), ademas de medios terrestres.

Las 20 hectáreas arrasadas que a media mañana estimaba el departamento autonómico se han multiplicado en cuestión de horas. Hacia las 19 horas la Xunta de Galicia reconocía una extensión de 100 hectáreas quemadas mientras fuentes de los brigadistas aseguraban que se aproximaban ya a las 200. Solo algo más de tres horas después, a última hora de la noche Medio Rural, elevó los daños a unas 150 hectáreas.

El municipio de Melón ha sido especialmente castigado en las últimas oleadas incendiarias. El pasado mes de mayo las llamas consumieron más de 36 hectáreas, la mayoría de arbolado, en otro incendio originado por la noche en la misma parroquia de Quins. Un mes antes y también en Quins, otro incendio, cuyo origen la Xunta atribuyó a la combustión de un coche en la autovía, arrasó otras 20. Ambos incendios sucedieron a los registrados en agosto del año pasado en donde las llamas, originadas en la misma parroquia en dos semanas consecutivas, habían devorado más de 500 hectáreas.

Tras un abril especialmente incendiario, los fuegos han consumido, antes de comenzar oficialmente el verano, más de 3.000 hectáreas en Galicia. Agrupaciones ecologistas alertan del “verano caliente” que espera a la comunidad gallega. La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) pide una reflexión sobre las “características de las problemáticas de los incendios en Portugal y Galicia” para intentar evitar una catástrofe similar a la del país vecino.

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