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La falta de ventilación obliga a cerrar la comisaría de la estación de Sol

La Jefatura Superior de Policía de Madrid asegura que la clausura no afectará a la actividad policial en el Metro

La comisaría situada en el intercambiador de transportes de la Puerta del Sol, donde confluyen tres líneas de metro y dos de cercanías y por la que transitan más de 200.000 pasajeros al día, cierra a partir de hoy por la elevada temperatura que soportaban sus casi 100 funcionarios. Desde hace año y medio, la actividad del centro policial ya había disminuido por sus deficientes condiciones laborales. La Jefatura Superior de Policía de Madrid sostiene que la clausura no afectará a la seguridad de la red del metropolitano porque el número de agentes se mantendrá. Cada día se registraban allí 30 denuncias.

Comisaría de Policia Nacional en la estación de Metro de Sol.
Comisaría de Policia Nacional en la estación de Metro de Sol.Víctor Sáinz
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La comisaría está ubicada en la parte que Renfe gestiona en el intercambiador. Según la empresa ferroviaria, para cumplir con la normativa era necesario mantener abierto un conducto de ventilación entre las oficinas y el exterior. La existencia y el mantenimiento del necesario sistema de refrigeración eran responsabilidad de Renfe. Pero la empresa nunca construyó el conducto por problemas administrativos.

Las posibilidades para instalar la tubería eran dos: sacarla al exterior por la entrada del metro o abrir una rejilla en el pavimento de la Puerta del Sol. Pero Metro se negó a la primera opción porque “afectaba a los usuarios”, mientras que el Ayuntamiento se opuso a la segunda solución. Ante la falta de acuerdo entre las instituciones, la policía ha decidido cerrar ahora la comisaría, por lo menos temporalmente.

La sede policial del céntrico intercambiador abrió sus puertas por primera vez en febrero de 2010. La inauguración se hizo coincidir con la reforma de la estación y la llegada del tren de Cercanías a la plaza. La comisaría tenía unos 800 metros cuadrados y en ella trabajan, por turnos, un centenar de agentes, dedicados fundamentalmente a combatir a los carteristas, los delitos contra el patrimonio y el menudeo de drogas.

Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, en el local se tramitaban una media de 30 denuncias diarias; es decir, cerca de 10.000 anuales.

La comisaría acogía hasta ahora las dependencias de la Jefatura del Sector Móvil y del Grupo Operativo de Metro, además de una oficina de denuncias y otra de atención al ciudadano. Por otra parte, el local cuenta con un calabozo y un teléfono que contacta automáticamente con un sistema de intérpretes en cuatro idiomas.

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Sin embargo, la policía destaca que la comisaría se estaba utilizando desde hace un año y medio solo para detenciones y gestiones administrativas. Según la Jefatura, actualmente ya casi no trabajan agentes en el local y los que acuden lo hacen para resolver asuntos pendientes o “papeleos puntuales”.

Según Renfe, solo por la estación de Cercanías pasan cada día laborable una media de 85.000 viajeros. Metro Madrid, por su parte, estima en 180.000 los pasajeros de cada jornada en las tres líneas que confluyen en Sol.

“A medio gas”

UGT Metro asegura que sabía desde hace tiempo que la comisaría estaba “a medio gas”, pero pensaba que el problema se solucionaría pronto. “Nos extraña mucho lo que está pasando. Renfe quiere pagar las obras, pero no consigue los permisos para abrir una simple rejilla”, se quejan los sindicalistas.

UGT ignora “dónde va a ir ahora” la comisaría, “qué tienen previsto hacer y si se van tomar medidas para que no se pierda una seguridad muy importante para nosotros”. El sindicato sostiene que la sola presencia de policía en la estación es suficiente para prevenir actos delictivos. “Estamos preocupados por este cierre, especialmente estando en alerta 4 [antiterrorista]”, enfatiza un portavoz.

Fuentes de la Jefatura de Policía de Madrid recuerdan que se está barajando alguna solución para los agentes, pero que “todavía no se sabe lo que se va a hacer”. Se estudia reubicar a los policías destinados en Sol en otras comisarías próximas.

La Policía Nacional incide en que el paulatino cese de actividad en la comisaría del subterráneo no afectará en modo alguno a los ciudadanos. Sin embargo, el sindicato de Metro UGT muestra su preocupación por la ausencia de policías y el cese de actividad.

Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) considera que, aunque hacía ya tiempo que la actividad había disminuido en esta sede, es llamativo que se construyera una comisaría sin ventilación y que no existieran responsables. “Lo único cierto”, sostiene, “es que los ciudadanos se han quedado sin un servicio muy importante”. Para el sindicato Unión Federal de Policía (UFP), la situación de la sede policial de la estación de Sol “viene de largo”. “Durante muchos años se presentaron varias denuncias porque los aparatos de aire acondicionado no cubrían las necesidades de los agentes y de los ciudadanos, pero nadie hizo nada en este tiempo”. Y concluye: “Evidentemente, no se podía prestar servicio en esas condiciones”.

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