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Lamela dice que externalizar los hospitales permite mantenerlos, no como ocurre con los tradicionales

El exconsejero de Sanidad ha comparecido hoy ante la Comisión parlamentaria que estudia la deuda en la región

Esther Sánchez

El exconsejero Manuel Lamela ha defendido la elección de la externalización para poner en marcha la construcción de siete hospitales (que finalmente fueron ocho) como la única posible para llevarlo a cabo. Lamela ha explicado que el Gobierno regional carecía de presupuesto para acometer el plan, además de que, de esa forma, la inversión no computaba como deuda, y es una manera de asegurar que los centros estén en perfectas condiciones de mantenimiento, no como ocurre en los tradicionales. 

El paso del tiempo no ha hecho más que corroborar la creencia de Lamela de que la construcción de los ocho centros del plan propuesto por Esperanza Aguirre en las elecciones de 2003 era "muy necesaria". A pesar de que el gobierno de Cristina Cifuentes decidió tomar las riendas en julio del año pasado, aunque se sigue pagando a las concesionarias privadas que los edificaron un canon, que incluye el mantenimiento. El exconsejero de Sanidad, ideólogo del proyecto, ha comparecido hoy ante la Comisión parlamentaria de la deuda en la Asamblea de Madrid. El nuevo modelo permitía transferir los riesgos y proyectar a 30 años el coste y el mantenimiento de la infraestructura, ha indicado. Además, de que el gasto no computaba como deuda pública. 

Los diputados investigan si el método utilizado por el Gobierno regional supone un despilfarro para las arcas públicas, que ha contribuido a que la deuda de Madrid haya superado los 30.000 millones. Las cuentas no les cuadran, sobre todo en cuanto al canon que se paga a las empresas concesionaria, que consideran muy complicado de desentrañar. Podemos sostiene que está inflado y no logra encontrar que tanto por ciento se ha pagado por los edificios, y si estos ya están abonados. 

En principio, Aguirre propuso la edificación de siete centros -que se acabaron convirtiendo en ocho con el de Valdemoro-. La construcción (640 millones) y la gestión no sanitaria corre a cargo de las empresas, y la prestación sanitaria del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). Las ventajas "eran claras", según Lamela, porque los riesgos constructivos eran de las compañías privadas y los costes de mantenimiento y explotación disminuían. Este sistema va a permitir, además, que no se tenga que hablar de techos que se caen o de goteras dentro de 30 años (fecha final de la concesión). Algo que "por desgracia sucede con los hospitales del modelo tradicional" que dependen del presupuesto de la Comunidad para distribuirlos entre los 34 que existen, ha puntualizado.

Por otra parte, a la Consejería de Sanidad cuando él llegó le habría sido imposible invertir "de golpe y porrazo" los millones que se necesitaban para el plan. Solo tenía "doscientos y pocos millones para infraestructuras". Ha recordado también que los hospitales tradicionales se encontraban colapsados, con más de cinco y seis camas por habitación. Además, de que se les dio a los profesionales la "oportunidad" de abrir sus posibilidades. "Eran más que una mera infraestructura sanitaria", cuya construcción estaba amparada por diversos informes técnicos, tanto internos como realizados por consultoras externas.  

presa.

PP (Ángulo)

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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