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Un trámite burocrático suspende la venta del Edificio España a Baraka

Los vendedores no presentan en el notario la cuentas del grupo chino Wanda correspondientes a 2016

El Edificio España de Madrid.
El Edificio España de Madrid. Uly Martin

La compra del Edificio España por el grupo murciano Baraka no se materializó este viernes, tal y como estaba previsto, debido a un problema administrativo de última hora. La empresa de Trinitario Casanova sostiene que el grupo chino Wanda, propietario del inmueble, no ha aprobado todavía las cuentas del ejercicio fiscal de 2016. Para hacerse con el edificio, Baraka tiene que entregar un cheque de 252 millones de euros. Riu, que con Baraka gestionará el hotel que se ubicará en el edificio, señala que la compra se ejecutará el 1 de junio. Este retraso alimenta las dudas sobre la viabilidad de la operación.

Baraka tenía que entregar este viernes a Wanda 252 millones de euros para hacerse con la propiedad del edificio. Meses atrás había pagado otros 20 millones y se había comprometido a abonar el resto a finales de marzo. El grupo hotelero Riu, a su vez, iba a comprarle a Casanova el 25% de las acciones de la empresa que gestionará el inmueble y que según fuentes del sector podrían costarle unos 100 millones de euros.

A las diez de la mañana de hoy, según explicaron a EL PAÍS fuentes de la operación, estaba fijada una reunión entre el propietario de Baraka, Trinitario Casanova, los abogados de la filial del grupo chino Wanda, dueña del Edificio España, y representantes de Riu. El encuentro no se cerró con éxito. Aproximadamente una hora después de que empezara la reunión, el grupo Baraka ya había enviado un comunicado oficial en el que explicaba que el acuerdo de compra debía aplazarse varios meses.

En ese texto, Baraka indicaba que debido a que Wanda Madrid Development no había "formulado, aprobado y presentado las cuentas del ejercicio fiscal correspondiente a 2016", era "imposible" la elevación a público de la compra de la sociedad.

Más de ocho meses sin cerrar la compra

Febrero de 2016. El grupo chino Wanda decide poner a la venta el rascacielos España, que adquirió en el verano de 2014 al Banco Santander por 265 millones de euros. Renuncia así a la reforma para convertirlo en un centro comercial y hotel de lujo.

Julio de 2016. El grupo murciano Baraka, del empresario Trinitario Casanova, anuncia su interés por el emblemático edificio, ubicado en la plaza de España. Casanova firma un memorando de entendimiento con Wanda, según el cual la firma española desembolsará 272 millones de euros por el inmueble.

Enero de 2017. Baraka entrega un primer cheque de 14 millones al grupo chino (además de 6 millones que pagó en julio). La firma también cierra con la cadena hotelera Riu un acuerdo según el cual la empresa mallorquina entra en la propiedad del edificio mediante una sociedad de riesgo compartido (joint venture). Riu y Baraka gestionarán de forma conjunta el hotel del inmueble.

Marzo de 2017. El memorando firmado con Wanda preveía que Baraka entregase este viernes los restantes 252 millones de euros necesarios para cerrar la adquisición. Un problema administrativo ha paralizado la compra, que se aplaza hasta junio.

La filial de Wanda, según confirman interlocutores de las negociaciones, tenía que haber presentado las cuentas de la sociedad firmadas por los administradores. Tras cumplir ese trámite, el procedimiento ordinario prevé que unos auditores las ratifican. Teóricamente, el informe de los auditores debería estar listo en abril, es decir, cuatro meses después de que acabe el año fiscal. Sin embargo, Riu, grupo hotelero que comparte con Baraka una sociedad de riesgo compartido (joint venture) para la gestión del hotel de cuatro estrellas que se debería ubicar en el inmueble, apuntó que el cierre de la operación está ahora aplazado al 1 de junio.

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La consultora JLL, que intermedia para Wanda, sostuvo este viernes que este problema burocrático no pone en entredicho la operación. Y el mismo Baraka dijo que mantenía su "firme compromiso e ilusión máxima en el proyecto de rehabilitación del Edificio España, estando ya organizados los trabajos de construcción de modo inmediato, una vez que Grupo Wanda haya solventado lo anteriormente señalado".

No obstante, fuentes del sector inmobiliario que prefieren mantener el anonimato, dudan de la capacidad financiera del empresario murciano, que en el pasado fue condenado a un año de cárcel por alterar el valor de las acciones del Banco Popular e investigado por fraude a Hacienda. Hasta ahora, Baraka solo ha entregado 14 de los 272 millones necesarios para cerrar la compra.

Riu, por su parte, confirma que sigue con Baraka en la sociedad de riesgo. Y un portavoz del Ayuntamiento de Madrid se limitó a señalar que "la formalización de la venta [del inmueble] es un asunto privado", sobre el que el Consistorio prefirió no opinar.

El equipo de Ahora Madrid, liderado por Manuela Carmena, impidió que Wanda llevase a cabo un proyecto de rehabilitación que contemplaba derribar el edificio y reconstruirlo. Según el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, de Podemos, ese plan, que tenía el visto bueno del ejecutivo de Ana Botella (PP), incumplía las normas y no podía ejecutarse.

Después de un duro tira y afloja, los representantes del grupo liderado por Wang Jianlin (62 años), el hombre más rico de China, decidieron poner a la venta el edificio que habían comprado al Banco Santander por 265 millones. En julio del año pasado, el grupo Baraka entró en esa operación al hacer público su interés por el emblemático inmueble, ubicado en la plaza de España.

Hotel de cuatro estrellas

El proyecto de Baraka prevé convertir el Edificio España, a partir de la planta cuarta, en un hotel de cuatro estrellas. En los tres primeros pisos y en el sótano se ubicará un centro comercial. El pasado mes de febrero, la alcaldesa, el concejal de urbanismo y el mismo Trinitario Casanova abrieron las puertas del inmueble.

Aquella fue la presentación oficial del empresario murciano, en la que se informó de que, tal y como adelantó este diario, el colectivo Ecologistas en Acción habría retirado su recurso contra la decisión que tomó la anterior alcaldesa de la capital, Ana Botella, de reducir el nivel de protección del rascacielos. A diferencia del diseño de Wanda, el proyecto de Casanova prevé mantener todas las fachadas del edificio y realizar obras solo en su interior.

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