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Un millar de aficionados celebra la remontada ‘culer’ en Canaletes

La hinchada toma la Rambla un minuto después del gol de Sergi Roberto

Decenas de aficionados celebrando la remontada en Canaletas.Foto: atlas | Vídeo: Carles Ribas
Alfonso L. Congostrina

Más de un millar de aficionados culés celebraron ayer en la Rambla de Canaletes la espectacular remontada del FC Barcelona.

A las 22.46, un minuto después de que Sergi Roberto anotara el gol que clasificaba a los catalanes, decenas de hinchas comenzaron a inundar la icónica fuente donde los barcelonistas, históricamente, celebran los trofeos.

Los aficionados sabían que no celebraban ningún título pero la remontada, el 6-1, guardaba ese regusto de victoria anticipada.

“El 4-0 fue demoledor y, después, la despedida de Luis Enrique nos hundió. Esta victoria es justo lo que necesitábamos en este momento”, gritaba Luis, un aficionado, mientras se dirigía por la calle Pelai y a buen paso hacia el epicentro de celebración de la hinchada culer. Mientras, colgados de las farolas de la fuente, media docena de personas iban marcando el ritmo de las proclamas que coreaban los asistentes.

Entre los cánticos, hubo recuerdos y desprecios a los futbolistas derrotados, el PSG, y, por supuesto, insultos al eterno rival: el Real Madrid.

En otras ocasiones, los dispositivos de seguridad de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana de Barcelona preparaban el lugar para evitar daños mayores. Lo habitual era eliminar el servicio de bicicletas que pone en Consistorio al servicio de los vecinos (el Bicing), retirar vehículos y contenedores de basura e instalar controles policiales para impedir que los aficionados accedan a Canaletes con botellas de cristal y objetos peligrosos.

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Ayer fue tal el ansia de los aficionados culés por tomar las calles que cuando comenzaron a desplegarse el grueso de los efectivos policiales ya había decenas de personas junto a la fuente.

Como ya comienza a ser habitual, junto a los aficionados, se entremezclaron los turistas con ganas de festejar una victoria deportiva.

La remontada también cogió desprevenidos a los quiosqueros de la Rambla que en otras ocasiones hacen su pequeño agosto vendiendo camisetas, bufandas y banderines a turistas que quieren equiparse para la celebración. A quien no cogió desapercibido fue a media docena de vendedores ambulantes ilegales que a la altura del Liceu vendían camisetas azulgranas falsificadas.

La fiesta continuó entre petardos, empujones y gritos favorables al equipo culer que sigue muy vivo en la Champion League. Pasada la media noche, la celebración continuaba sin que se produjeran incidentes relevantes. Minutos más tarde, la mayoría de aficionados regresaban a sus domicilios después de tener la sensación de vivir un partido histórico.

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