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Las averías obligan al Ayuntamiento a cerrar su único garaje robotizado

El Consistorio propone a los 129 afectados indemnizarles y ofrecerles una plaza en otros aparcamientos

Un coche espera a ser aparcado en una de las cabinas del estacionamiento automatizado de la calle de la Alameda.
Un coche espera a ser aparcado en una de las cabinas del estacionamiento automatizado de la calle de la Alameda.KIKE PARA
Esther Sánchez

El único aparcamiento robotizado del Ayuntamiento de la capital, situado en la calle de la Alameda (distrito Centro) e inaugurado hace seis años, no tiene arreglo. La solución para evitar las múltiples averías que sufre el sistema que aparca los vehículos sin el conductor sería su sustitución, algo “económicamente inviable”, indican los técnicos municipales. El Consistorio ha propuesto a los 129 afectados extinguir el contrato con la empresa Ortiz (la concesionaria), indemnizarles y ofrecerles una plaza en otros aparcamientos cercanos. Los vecinos, que abonaron 25.000 euros por el usufructo de cada plaza, se consideran estafados.

El garaje automatizado de la calle de la Alameda se presentó hace 10 años como la solución ideal a los grandes problemas de aparcamiento para los residentes en el Barrio de las Letras (distrito Centro). La infraestructura, de 171 plazas en nueve niveles subterráneos, funciona con tecnología alemana: un mecanismo aparca el vehículo después de que el conductor lo haya depositado en una cabina que se encuentra a nivel de la calle y haya salido de él. Cuando lo quiere recoger, la máquina lo sube al mismo lugar.

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Pero el sistema nunca ha funcionado bien y la desesperación de los usuarios ha ido en aumento año tras año. Se han contabilizado unas 90 averías anuales. En esos momentos, los vecinos no pueden estacionar los coches ni, lo que es peor, sacarlos del subterráneo. El principal culpable de los fallos es el centrador, un aparato que sitúa al vehículo en la posición correcta una vez que es depositado en la plataforma. Los usuarios se sienten estafados y demandan desde hace años una solución al Ayuntamiento, que es el propietario del suelo y quien otorgó la concesión para la construcción y la gestión del garaje, lo que incluyó una subvención de 1,8 millones con el fin de abaratar el coste a los vecinos.

“Pensé que no me podía ir de viaje el viernes pasado con mis hijos”, relata uno de los afectados, que tardó tres horas en conseguir que el garaje le entregara su coche. Considera que tuvo “relativa suerte”. En otras ocasiones la avería ha durado un día o más. Estas incidencias obligan a los usuarios a contar con un plan b. Los propietarios (cesionarios, como los denomina el Ayuntamiento) adquirieron el derecho al usufructo de una plaza por 25.000 euros durante 50 años.

En las últimas reuniones, el Ayuntamiento les ha propuesto como solución la extinción del contrato con la empresa Ortiz, que construyó el garaje y lo gestiona; la indemnización por el importe total de la plaza (restando los años que ya la han utilizado) y su reubicación en otros aparcamientos de la zona. La concesión municipal se extiende hasta 2049, y en el caso de que se rompiera el contrato, la infraestructura pasaría a manos del Ayuntamiento, que advierte de que no tiene posibilidad de abrir el aparcamiento, porque sería necesario cambiar el robot y hacer frente a una inversión que es “económicamente inviable” para Madrid.

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El director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación, Francisco López Carmona, explica que ha propuesto a los vecinos llevar los coches al aparcamiento del paseo de Recoletos de forma gratuita. Esta solución se aplicaría hasta que el municipio recupere la tutela del estacionamiento de la calle de Montalbán, en mayo próximo. Posteriormente, se ofrecería a los interesados acceso preferente al aparcamiento dotacional que se construirá en la calle de Fúcar, que está previsto abrir en 2019. “Acceso preferente, pero no precio preferente”, comenta uno de los cesionarios, que no quiere que se olviden los días que no han podido usar el garaje en la indemnización.

López Carmona afirma que la voluntad municipal es resolver el problema garantizando los derechos de las personas afectadas: “Somos conscientes de que la situación se ha ido degradando cada vez más”. El Ayuntamiento ha impuesto dos sanciones a la empresa, pero el pliego de la licitación pública no permite que se sobrepasen los 601 euros anuales. También les ha retenido la garantía de 169.344 euros. El director general recuerda que el Consistorio tiene la potestad de finalizar el contrato porque no se están cumpliendo las condiciones técnicas.

El aparcamiento ya nació con problemas. El Ayuntamiento, gobernado entonces por Alberto Ruiz-Gallardón (PP), otorgó la concesión administrativa en 2005 al grupo Dico —investigado en la trama Púnica—. Tres años después, la firma entró en concurso de acreedores. En diciembre de 2009, el Consistorio pasó la concesión a la segunda empresa mejor posicionada en la licitación pública, el grupo Ortiz.

Un modelo experimental que falló

El aparcamiento "inteligente" de la calle de la Alameda se planteó en el Ayuntamiento madrileño como un modelo experimental. En las calles de Madrid existen 276 aparcamientos para residentes, cinco de ellos con la empresa Ortiz, "y el único con el que hemos tenido problemas es este", explica el director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación, Francisco López Carmona.

El sistema de gestión elegido fue el mismo que en el resto de los garajes de residentes. El municipio pone en marcha una concesión administrativa sobre el subsuelo, en la que el coste de la construcción corre a cargo de la empresa ganadora. En este caso, el Ayuntamiento subvencionó las plazas con 1,8 millones, un importe superior al habitual, para que se redujera el precio a pagar por los vecinos interesados. La mercantil recupera la inversión con la cesión de las plazas a los interesados, que deben ser residentes en la zona.

No todas las instalaciones robotizadas de almacenamiento de vehículos funcionan tan mal. La empresa de mantenimiento del mecanismo (SMS) informó a los vecinos el año pasado de que el 60% de las incidencias que se producen en las 1.800 plazas privadas de este tipo de las que se encargan corresponden al aparcamiento de Alameda.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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