_
_
_
_
_

El Ayuntamiento plantea “corralas” públicas con comedor y lavandería comunes

Las viviendas sociales serán construidas en Carabanchel, Hortaleza y San Blas

El Ayuntamiento presentó este martes el anteproyecto de tres bloques de viviendas públicas que quiere levantar antes de 2019 en tres distritos. Se trata de módulos "innovadores" que pretenden combinar el uso privado con el público. Los edificios —que una concejal del gobierno equiparó con las "corralas"— tendrán espacios compartidos, como comedores, lavadoras o secadoras. Los pisos se destinarán al alquiler social. Los anteproyectos fueron redactados por tres sociedades, una de las cuales está participada por una asesora de Ahora Madrid.

El proyecto de viviendas públicas Arte-Facto, impulsado por el equipo de la alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid), aboga por crear "un entorno sostenible" con elementos dotacionales como centros culturales, zonas de coworking (del inglés, espacios que permiten compartir un lugar de trabajo), lavanderías comunes y hasta un auditorio público con capacidad para 100 personas. Se conciben como una herramienta de "reequilibrio territorial", que tiene por objetivo "construir un tejido social y vinculación con el barrio".

Las nuevas viviendas se levantarán en tres distritos de la capital. En concreto, el Consistorio prevé edificar un bloque de 18 pisos en el barrio de Opañel, en el distrito de Carabanchel; además de 38 viviendas en San Blas (en el barrio de Las Rejas) y 31 en Valdebebas, en el distrito de Hortaleza.

Estos pisos se destinarán a alquiler social para mujeres víctimas de acoso o de violencia machista, madres solteras y personas en situación de dificultad. La Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) se encargará de recoger las peticiones y seleccionar a los arrendatarios. Y en cuanto al tamaño de las viviendas, el Ayuntamiento detalló que se tratará de pisos de tamaño medio, de una, dos o tres habitaciones.

"Estas actuaciones son un modelo innovador de infraestructura pública que establece una nueva relación entre lo privado, lo común y lo público: viviendas, espacios compartidos y comunes para sus usuarios y equipamientos para los vecinos del barrio", explicó un portavoz del Área de Coordinación Territorial y Asociaciones del Consistorio. La verdadera novedad es que los equipamientos serán compartidos e "interrelacionados", añadió.

La concejal de San Blas, también presente en el acto, incidió en que, pese a su carácter innovador, los Arte-Facto recuperan algo tan tradicional como las corralas: "Es la vuelta a un modo de vida más tradicional, porque vivimos en bloques donde a veces no se conoce a los vecinos", dijo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La portavoz municipal del PP, Esperanza Aguirre, exigió que el Consistorio diera marcha atrás en su plan, puesto que, según sus datos, no tiene el apoyo de los vecinos. Silvia Saavedra, concejal de Ciudadanos, sostuvo que el Ayuntamiento debería asegurar escuelas infantiles, centros de salud y polideportivos en los barrios que lo necesitan, antes de edificar más viviendas.

Por su parte, el PSOE, que exigió a Ahora Madrid un compromiso más firme sobre viviendas de alquiler social para aprobar los presupuestos de 2017, se dijo dispuesto a apoyar los arte-factos, aunque pidió más concreción a la hora de establecer los colectivos beneficiarios de las viviendas.

"No estamos en los tiempos del Macarthismo"

Con respecto a Gea21, la empresa encargada de redactar uno de los anteproyectos y de la que es socia una asesora de Ahora Madrid, el concejal delegado Nacho Murgui señaló que el Consistorio no tiene previsto revisar la composición de las firmas antes de suscribir contratos menores (acuerdos que implican un gasto inferior a 18.000 euros y que se encargan sin concurso público), porque "no estamos en los tiempos del Macarthismo". "Las purgas terminaron con la dictadura" ha añadido el edil tras defender que han seguido el "procedimiento ordinario" en estos casos y han sido "absolutamente escrupulosos".

El concejal subrayó que todo pasará por "consulta ciudadana", aunque de facto las opiniones de los vecinos se recogerán a través de los canales institucionales, como las juntas de distritos y los foros locales, nuevos entes creados por el Consistorio que comenzarán sus labores en 2017.

El equipo municipal descarta utilizar urnas, tal y como ocurre con las votaciones sobre la remodelación de Gran Vía y Plaza de España. Las entidades vecinales podrán pedir correcciones al proyecto, pero no modificar sus líneas maestras, es decir, la construcción de viviendas protegidas en esas parcelas.

El Consistorio prevé inaugurar las viviendas en 2019. Anteriormente, se licitarán los contratos y a partir de 2018 se pondrán los primeros ladrillos. La partida presupuestaria destinada a las viviendas sociales es de 2,5 millones de euros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_