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La ‘nueva Gran Vía’ costará cinco millones y tendrá dos carriles por sentido

El Ayuntamiento cerrará el paso a los no residentes y reivindica un enfoque "ideológico"

La Gran Vía durante los cortes de tráfico.
La Gran Vía durante los cortes de tráfico.EP

El Ayuntamiento de Madrid ha abordado este martes el rediseño de Gran Vía en la comisión municipal de urbanismo. El concejal del área, José Manuel Calvo, ha detallado que el coste global de la operación alcanzará los cinco millones de euros, de los que 800.000 están previstos para este año para acometer las primeras obras. Este dinero está pendiente de la tramitación de los presupuestos municipales, que se están negociando con el PSOE tras la prórroga de diciembre.

Calvo ha desglosado algunos detalles del futuro de Gran Vía ya acordado por el gobierno local. La principal arteria de centro tendrá dos carriles por sentido, que estarán destinados al transporte público y a los residentes. Se mejorará el arbolado y se ampliarán las aceras, reduciendo su cota a la calzada, tal y como adelantó el Ayuntamiento a principios de enero.

El Consistorio también ya tiene listo su plan de aumentar el número de pasos para los peatones y mejorar las plazas aledañas a la Gran Vía. Dos cuestiones que, en teoría, deberían ser decididas por los ciudadanos en la consulta convocada por la alcaldesa Manuela Carmena (Ahora Madrid) entre el 13 y el 19 de febrero.

La decisión del Consistorio con respecto a la Gran Vía y a la reducción del paso a los no residentes se ha tomado a través de un planteamiento "por supuesto ideológico". El concejal de urbanismo ha reivindicado este enfoque que ha vinculado a un "modelo de movilidad sostenible", que pasa por reducir el tránsito de coches privados para reducir la contaminación: "Ustedes [PP] se declaran defensores del coche. Nosotros [Ahora Madrid] apostamos por priorizar la salud de los ciudadanos".

Este año el Ayuntamiento tiene previsto ampliar las zonas de tráfico restringido a los no residentes en la mayoría de los barrios del distrito de Centro. Esto significaría restringir el acceso en un área que va desde Alonso Martínez hasta la glorieta de Embajadores, y que incluiría la Gran Vía. Para reducir la contaminación, el equipo de gobierno espera renovar el parque de autobuses adquiriendo hasta 1.000 nuevos vehículos menos contaminantes en los próximos años.

El concejal del Partido Popular, José Luis Martínez-Almeida criticó el enfoque ideológico del Consistorio y denunció que ante las restricciones no se proceda a facilitar a los ciudadanos sistemas alternativos de acceso al centro. "Faltan medidas alternativas a las restricciones. Hay que partir por incentivar y no por restringir", denunció.

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El edil del partido liderado en Madrid por Esperanza Aguirre también recordó las palabras críticas del decano del Colegio de Arquitectos de Madrid en la radio Cadena Ser el pasado lunes, quien, según Almeida, calificó de "tendenciosos y sesgadas" las preguntas de la consulta sobre Gran Vía que el Ayuntamiento ha convocado para la segunda semana de febrero.

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