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Junqueras usa el margen de déficit para su oferta a la CUP

Junts pel Sí entregará este lunes a la CUP su última oferta para que los anticapitalistas apoyen los Presupuestos para este año

El Ejecutivo de Junts pel Sí entregará este lunes a la CUP su última oferta para que los anticapitalistas apoyen los Presupuestos para este año. Tras la negativa de la coalición, en especial del PDECat, de subir el IRPF a las rentas más altas, el Gobierno catalán se valdrá de la décima extra concedida por el Consejo de Política Fiscal y Financiera —equivalente a 219 millones de euros— para aumentar la plantilla de profesores en 3.500 personas el próximo curso (unos 140 millones de euros) y mejorar su última oferta sobre la renta garantizada de ciudadanía.

El vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, llevó al Parlament unos Presupuestos con un objetivo de déficit del 0,5%, equivalentes a 1.095,2 millones de euros. Posteriormente, no obstante, el Consejo de Política Fiscal y Financiera acordó elevar el desfase permitido en un 0,6%, lo cual Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares consideraron insuficiente. Aun así, esa décima permitirá elevar el gasto en 219 millones de euros, que el Ejecutivo catalán usará en parte para conseguir el apoyo de la CUP para sus cuentas.

Los anticapitalistas quieren una propuesta inmediata para que sea debatida por sus agrupaciones territoriales y votada el próximo fin de semana. Junts pel Sí echará mano a esos 219 millones para mejorar dos de las partidas de gasto en las que aún había discrepancias: la plantilla de profesores y la renta garantizada. El Ejecutivo catalán ofrece aumentar la plantilla de docentes en 3.500 personas el próximo curso, de los cuales 2.500 se incorporarían para reducir en una hora su horario y 1.000 para cubrir las necesidades de centros con carencias de personal. Esa medida tendría un coste de 140 millones. El otro gran asunto es la renta garantizada. Ahí Junts pel Sí, según fuentes del Ejecutivo, podría mejorar su oferta poniendo sobre la mesa unos 40 millones de euros más, lo cual dejaría al Ejecutivo catalán todavía con un margen de otros 40 millones.

Más complicada será la negociación, en cambio, en el terreno de la fiscalidad. Las diferencias existentes en el seno del Gobierno catalán volvieron a aflorar el pasado martes. En ese encuentro, los miembros del PDECat rehusaron en bloque asumir un cambio al alza de los impuestos de la renta (IRPF), de Sucesiones y Donaciones y de Patrimonio, los que los anticapitalistas consideran claves para dar un vuelco efectivo en el sistema fiscal catalán para darle mayor progresividad.

La negativa era también tajante sobre el IRPF: no solo se ha dejado atrás la propuesta del propio Puigdemont de bajarlo, sino que no se asume la última demanda de mínimos de la CUP, basada de crear dos nuevos tramos —a partir de los 60.000 y otro desde los 90.000, a los que se subiría un punto el tipo—. Pese a ofrecer la enésima imagen de que el proceso independentista pende de un hilo, la formación neoconvergente no quiere ni oír hablar del argumento esgrimido por los republicanos, que controlan el Departamento de Economía y Hacienda.

El impacto de esa medida es reducido, como demuestra el hecho de que solo se ingresarían poco más de 20 millones de euros. Mientras se niega esa opción, el Ejecutivo ha dado una alternativa a la CUP, y que supone igualmente actuar sobre la fiscalidad, pero en este caso con tasas que revertirán directamente sobre las empresas y con criterios, otra vez, como con los últimos tributos aprobados, medioambientales.

Tasas medioambientales

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Es la última oferta que, previsiblemente, el Ejecutivo Junts pel Sí trasladará hoy a la CUP para que la lleven a sus agrupaciones antes de la votación definitiva del sábado. Incluirán alguna de las ocho tasas que la izquierda anticapitalista ofreció como solución al consejero de Territorio, Josep Rull.

Conscientes de la limitación para abordar la fiscalidad —la portavoz Neus Munté ha pedido abordar ese debate cuando Cataluña sea independiente—, la Generalitat se ha centrado en remarcar el aspecto social de los Presupuestos de la Generalitat. “Emergencia social”, señalan desde el Gobierno, que, tanto desde el flanco del PDECat como del respublicano, ha ganado optimismo desde la reunión del pasado jueves.

No obstante, fuentes próximas a las negociaciones señalaban el viernes que todos los escenarios están abiertos. El del éxito y el del fracaso de la negociación, pero también el de situaciones intermedias. Como el de que la CUP apruebe la Ley de Presupuestos y, en cambio, impida que pase el trámite la de Acompañamiento, con todas sus medidas fiscales. E, incluso, que la reunión de los anticapitalistas del próximo sábado acabe sin una decisión tomada.

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