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Condena por prevaricación y falsedad a la exalcaldesa nacionalista de Melide

El fallo le impone más de un año de cárcel y tres de inhabilitación por firmar una certificación falsa de un proyecto que no llegó a realizarse

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a María Socorro Cea Vázquez, exalcaldesa del BNG en Melide entre 2007 y 2011, a la pena de un año y seis meses de prisión por falsedad de documento público y a otros tres años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de prevaricación. Según el fallo, Cea Vázquez certificó, en 2008, el fin de las obras de una depuradora en un parque empresarial que ni siquiera llegaron a iniciarse para no perder una subvención de la Xunta de 366.000 euros.

El tribunal, que rechazó la aplicación de atenuante de dilaciones indebidas en la instrucción que solicitaron las defensas, también impone idéntica condena por delito de falsedad a Ricardo Aneiros Rodríguez, cómplice en la firma de la certificación de las obras y que era el arquitecto municipal en el Ayuntamiento cuando se produjeron los hechos.

La sentencia considera probado que ambos condenados emitieron una certificación falsa del proyecto de unas obras que ni siquiera llegaron a iniciarse con el único propósito de cobrar una subvención de la Xunta. La Sala impone, además, el pago de la mitad de las costas del proceso a la exalcladesa y una cuarta parte al entonces funcionario municipal.

Sin embargo, el fallo absuelve a otro de los que fueron acusados de falsedad, Xavier Uría Esnel, el representante de la empresa adjudicataria de las obras, al quedar acreditado por varios testigos que declararon en el juicio que no fue cómplice en el delito ni estaba al corriente de la firma de la certificación.

Sobre la actuación de la exregidora, para la que el fiscal había solicitado cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación, el tribunal considera que era "plenamente consciente de que lo que se afirmaba en el documento era falso” y que fue “expresamente advertida de la improcedencia de su elaboración y de las consecuencias que llevaba aparejada" por los técnicos municipales. “Estamos pues ante un acto voluntario en el que quien lo ejecutó era perfectamente conocedora de su absoluta falta de relación con la realidad y con el que se buscaba un fin concreto”, dice la Audiencia, que descarta “la pretensión (de la acusada) de dar a los hechos una nota de persecución política porque es contraria a la realidad acreditada”, añade.

En el juicio, la exalcaldesa de Melide alegó desconocer las irregularidades y responsabilizó a la Xunta de haber certificado las obras para la construcción de la depuradora del polígono de A Madalena que no se ejecutaron. "En ningún momento hubo intención de mentir ni de falsear nada", proclamó Socorro Cea ante las preguntas del Ministerio Fiscal.

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La certificación fue firmada el 28 de diciembre de 2008, siendo los acusados "plenamente conscientes de que con ello coreaban un documento que no reflejaba la realidad", concluyó el fiscal en su escrito de conclusiones definitivas, “cuya elaboración resultaba necesaria para evitar la perdida de la subvención” que la Consellería de Innovación e Industria, en aquel momento dirigida por el BNG, había concedido al Ayuntamiento de Melide para ejecutar las obras.

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