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El móvil del pederasta le sitúa donde fueron capturadas las niñas

El supuesto autor apagó el terminal con las dos últimas víctimas para no ser localizado

Antonio Ángel Ortiz, el supuesto pederasta de Ciudad Lineal el pasado miércoles.Foto: atlas | Vídeo: F. J. B. | ATLAS
F. Javier Barroso

Los datos facilitados por las compañías de telefonía móvil sitúan al supuesto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ángel Ortiz, de 44 años, en los lugares en los que fueron capturadas y liberadas las cuatro niñas que sufrieron abusos sexuales. Así lo ha manifestado esta mañana en la cuarta sesión del juicio el policía encargado de analizar estos listados.

El agente, participante en la Operación Candy, ha detallado que el posicionamiento y las horas de su teléfono móvil coinciden al detalle con los días, las horas y los lugares en que las cuatro víctimas fueron capturadas. Estos mismos datos se repiten cuando las niñas son liberadas en distintos puntos de los distritos de Ciudad Lineal y San Blas horas después de ser raptadas.

La agresión que más datos ha aportado fue la de la testigo protegido número 3, que fue agredida el 10 de abril de 2014 en la calle de Cidamón (Ciudad Lineal) cuando salía de una tienda de golosina. El supuesto agresor fue hablando por teléfono durante todo el recorrido. De hecho, habló con su madre en ese trayecto para ver si está en su casa. Esto permitió situarle en la calle de Montearagón y en la calle de Santa Virgilia, ambas en Ciudad Lineal. En esta calle se sitúa en el denominado piso de los horrores, la vivienda de su progenitora donde supuestamente abusaba sexualmente y duchaba a las niñas.

"La testigo protegido dio detalles de un cierto recorrido y los posicionamientos de un teléfono móvil permitieron confirmar este recorrido con la información objetiva que nos dan las compañías", ha destacado el policía nacional. "Cuando el móvil va cambiando de un lugar a otro, da dejando señales en las distintas antenas por las que va pasando, lo que nos permite ver el recorrido que ha llevado", ha añadido.

La forma de actuar de Ortiz cambió parcialmente con sus siguientes víctimas y durante los ataques sexuales lo apagó. Eso sí, antes de liberarlas la volvía a encender el terminal, lo que permitía localizarle de nuevo. "El teléfono no da señal durante un largo periodo de tiempo que coincide con las horas en que se comenten los hechos, estaba apagado. En esos momentos no está activo, porque no recibe ninguna comunicación", ha explicado.

Una vez que localizaron el número de teléfono móvil de Ortiz, los investigadores comprobaron que el supuesto autor había actuado de manera similar en la primera agresión de la que es imputado. "La mayoría de las veces el teléfono está situado en la calle de Montearagón, que es donde vive el acusado", ha añadido el especialista.

El relato detallado de la testigo protegido 3

Una de las agentes que participó en la investigación de la Operación Candy ha puesto de relieve esta mañana la concreción y los detalles que aportó la niña de nueve años que fue capturada y agredida sexualmente el 10 de abril de 2014, conocida en el caso como la testigo protegido número 3.

Según esta policía nacional, la niña dio detalles del edificio y del piso al que le llevó su agresor. Dijo que se trataba de un inmueble de ocho alturas, que tenía un bar y una tienda a los lados del portal, que era de ladrillo y que tenía dos vallas metálicas (galibos) a la entrada para los coches. El estacionamiento para los coches estaba entre estos accesos y el portal y había que subir un bordillo para llegar al edificio. Los detalles llegaron a tal precisión que dijo que las puertas tenían barrotes negros de hierro.

Ya dentro del edificio, dijo que había un pasillo y que tenía puertas blancas con números y letras puestas en forma triangular. Eran los trasteros del inmueble. El ascensor tenía las puertas antiguas y los botones para seleccionar los pisos tenían signos para ciegos. "La niña nos dijo que se bajaron entre el cuarto y el quinto piso. Ya dentro dijo que la cocina estaba la izquierda y que la vivienda estaba en obras o vacío", ha destacado la agente.

Los policías de la Operación Candy se pusieron a trabajar con esas descripción tan detallada y se fueron a ver todos los edificios que había en Ciudad Lineal y en los distritos más cercanos. Eso les llevó hasta la calle de Santa Virgilia. "Dio detalles muy difíciles de encontrar, pero cuando dimos con él era el único que cumplía completamente con todos ellos. Los encuadra a la perfección", ha explicado.

Esta agente también ha manifestado que acudió el 17 de junio de 2014 al hospital de La Paz, donde se encontraba la menor captada en la calle de Luis Ruiz (Ascao). La pequeña no habló en ningún momento con ella. Tan solo les miraba de reojo.  "Fuimos nosotros porque nos dijeron desde el hospital que tenía un rechazo para el componente masculino. Del asunto nunca nos llegó a decir nada", ha afirmado visiblemente emocionada.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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