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10º aniversario de la tragedia

Las víctimas del accidente de metro restañan sus heridas 10 años después

Se cumple una década del accidente más grave de suburbano en España

Rosa Garrote, durante el homenaje a las víctimas del accidente de metro de Valencia.Foto: atlas | Vídeo: EL PAIS
Cristina Vázquez
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La Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio (Avm3j) restaña sus heridas una década después del accidente de suburbano más grave de España, donde 43 viajeros perdieron la vida aquel 3 de julio de 2006 en la Línea 1 de Metrovalencia. Hoy, una década después de la tragedia, se han reabierto la investigación judicial y la parlamentaria, y el nuevo Gobierno valenciano ha pedido perdón a los familiares.

Antes del homenaje de todos los años -en torno a las 13,00 horas se hace una ofrenda floral en memoria de las víctimas en el jardín que hay encima de la curva donde descarriló el tren-, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la vicepresidenta Mónica Oltra, la consejera María José Salvador y el alcalde accidental de Valencia, Joan Calabuig, han descubierto el rótulo con el nombre original de la estación de Jesús. Con ellos estaba la presidenta de la Avm3j, Rosa Garrote.

Garrote ha agradecido que los nuevos gestores cumpliesen su palabra y finalmente hayan repetido una comisión de investigación "a la que los comparecientes no iban con las respuestas escritas de antemano como ocurrió diez años atrás", ha denunciado la portavoz de los familiares.

La presidenta ha censurado la actitud del PP -ningún dirigente ha acudido al acto de aniversario-: "El PP se ha empeñado en acusar a todo el mundo de utilizar el accidente. A nosotros nos acusan de estar politizados y al resto de partidos, de intentar sacar rédito por defender nuestra causa".

"La verdad", ha declarado Garrote, "es que el accidente se podía haber evitado y hay responsables por no haber adoptado las medidas de seguridad adecuadas en la línea y por la mala gestión posterior del siniestro". Y se ha referido a los entonces gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) Marisa Gracia y al Gobierno valenciano que presidía Francisco Camps, al que Garrote ha reprochado "su desprecio continuado a las víctimas"

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El presidente valenciano Ximo Puig ha recordado hoy en la boca del metro por la que fueron evacuados hace 10 años decenas de heridos, que la Generalitat les debía a las víctimas una "reparación porque ellas siempre fueron dignas; no así el Gobierno de Camps".

Puig y Oltra han destacado el "tesón y coraje" de los familiares para que no se olvide lo que pasó. "La Generalitat les falló aquel día y 43 personas que se subieron a un servicio público nunca llegaron a casa. Ningún político es el responsable directo de esta situación pero sí de la gestión posterior del siniestro", ha subrayado.

Historia de un accidente

La estación de Jesús fue escenario de una de las mayores tragedias de la historia reciente valenciana, el accidente de metro en el que murieron 43 viajeros y otros 47 salieron heridos, y hoy, en el décimo aniversario del siniestro, recupera su nombre.

La presidenta de la Avm3j, Rosa Garrote, deposita unas flores junto al lugar donde descarriló el metro.
La presidenta de la Avm3j, Rosa Garrote, deposita unas flores junto al lugar donde descarriló el metro.JOSÉ JORDÁN

El anterior Gobierno valenciano, del PP, la renombró en 2010 estación de Joaquín Sorolla. La Generalitat justificó entonces la nueva denominación por su cercanía a la estación del AVE, del mismo nombre, pero la asociación de víctimas interpretó el gesto como un intento de sepultar el suceso en el olvido. En 2012, después de la censura generalizada al Consell por el cambio de nombre, pasó a rotularse Joaquín Sorolla-Jesús.

Aquel 3 de julio de 2006, a cinco días de que el papa Benedicto XVI aterrizara en Valencia  para clausurar el Encuentro Mundial de las Familias (EMF), un convoy de la línea 1, la más obsoleta de la red metropolitana, descarriló en la curva previa a la estación de Jesús. Eran las 13.03 horas y en los andenes esperaban su llegada unas 150 personas.

El tren descarriló unos metros antes del andén y muchos de los viajeros salieron despedidos por las ventanas, uno de los elementos más cuestionados por los familiares de las víctimas, que opinan que si el sellado hubiera sido mejor no se habrían producido tantas muertes. El maquinista resultó herido de gravedad y murió poco después.

La investigación determinó que el convoy circulaba a 80 km/h (el doble de lo permitido) y una primera conclusión apuntó al conductor como único responsable de la tragedia, posiblemente a causa de un desvanecimiento.

El Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia sobreseyó el caso un año o dos después al determinar que el exceso de velocidad fue la causa del descarrilamiento y el conductor del convoy había fallecido. El PP, en el Gobierno valenciano, nunca asumió responsabilidades políticas; de hecho, nadie de la Generalitat dimitió pese a la gravedad del accidente y la falta de inversiones en esta línea.

Tuvieron que pasar siete años para que el juzgado, obligado por la Audiencia, reabriera el caso y practicara nuevas diligencias que han desembocado en nuevas investigaciones (antes imputaciones) de ex altos cargos públicos de la época ante el riesgo de que prescriban los posibles delitos.

Francisco Camps, presidente de la Generalitat cuando el accidente, nunca los recibió y su sucesor, Alberto Fabra, aunque realizó el gesto, no contribuyó a despejar las dudas y los interrogantes que los familiares de las víctimas albergaron durante años.

Cada día 3 la AVM3J se ha concentrado -durante muchos años con discreta afluencia y escaso eco social- en la plaza de la Mare de Deu de Valencia para recordar a sus familiares y exigir justicia. Están convendidos de que el accidente se hubiera evitado si la Generalitat hubiese invertido en la línea.

La comisión de investigación en las Cortes Valencianas, que se cerró en un tiempo record en agosto de 2006, se ha reabierto y en unos días aprobará sus conclusiones. PSPV, Compromís, Ciudadanos y Podemos, que han acompañado hoy a los familiares en el 10º aniversario, concluyen ahora, tras escuchar todos los testimonios, que la Línea 1 de Metrovalencia no era segura y señalan como responsables políticos a Camps y al exconsejero Juan Cotino, entre otros.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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