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El hospital de Maudes cumple 100 años

Madrid homenajea al arquitecto Antonio Palacios, autor del palacio de Comunicaciones

Hospital de Maudes, en Raimundo Fernández Villaverde.
Hospital de Maudes, en Raimundo Fernández Villaverde.Raúl Cancio

El hospital de Jornaleros, una de las edificaciones más singulares del Madrid del siglo XX, obra del arquitecto Antonio Palacios Rámilo (Porriño, 1875-Madrid, 1945), ha sido escenario de la presentación del homenaje que la Comunidad de Madrid se propone tributar entre junio y diciembre al alarife gallego que erigió en Madrid sus obras más emblemáticas.

Palacios es autor del palacio de Comunicaciones, sede del Ayuntamiento de Madrid, del Círculo de Bellas Artes y del edificio del Banco del Río de la Plata, llamado de las Cariátides, que alberga el Instituto Cervantes, los tres sobre el eje de la calle de Alcalá. La celebración obedece al centenario de la construcción del hospital madrileño, hoy llamado de Maudes, enclavado en la calle de Raimundo Fernández Villaverde y no lejos de la glorieta de Cuatro Caminos.

El homenaje consistirá en una serie de actividades para dar a conocer la figura del arquitecto, mucho menos conocida que algunas de sus principales obras. Entre los actos previstos figuran hasta 249 visitas guiadas por cuatro de los más importantes edificios de cuantos él ideó, así como conciertos, de música coetánea a su vida, celebrados al aire libre durante los martes del mes de julio en el jardín del hospital. Además, se programarán conferencias para evocar su figura y su obra.

Hasta 8.000 personas podrán disfrutar de estas actividades, según cálculos del Gobierno regional, tal y como anunciaron en la presentación del homenaje Ángel Garrido, consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno regional, el consejero de Transportes, Pedro Rollán, y la directora de la Oficina de Turismo, Anunciada Fernández de Córdoba. En el homenaje colaboran, además, la Agencia Acción Cultural Española, el Instituto Cervantes, el Círculo de Bellas Artes y el Ayuntamiento.

Antonio Palacios Rámilo, hijo de un técnico que realizó el tendido ferroviario de Galicia y Portugal, fue un hombre de su tiempo que, nacido durante la Restauración borbónica en España, vivió acontecimientos históricos tan relevantes como la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, la Gran Guerra, la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, episodios durante los cuales la arquitectura evolucionó de forma acelerada al impulso de las vanguardias arquitectónicas continentales aunque con menor eco en España. La estela del movimiento Secesionista de Viena, la del expresionismo alemán y la del monumentalismo francés, se hizo notar en la obra de Palacios Rámilo quien, no obstante, supo dar una impronta propia a sus obras, caracterizadas por una grandiosidad asentada en la idea de perdurabilidad. Con ella acentuaba la potencia visual de las fachadas y su composición eminentemente pétrea.

Según distintos arquitectos conocedores de su obra, como Jaime Tarruell, “trabajó junto con dos grandes ingenieros calculistas, como Ángel Chueca Sáinz y Valentín Dorda”. Gran parte de la obra de Antonio Palacios, dispersa también por numerosos enclaves gallegos desde Nigrán a su Porriño natal, adonde fue trasladada pieza a pieza la antigua marquesina de la estación del Metro de la Red de San Luis, obra suya, “sugiere monumentalidad erudita, racionalismo, versatilidad estilística y finura detallista”. A juicio de Javier Mosteiro, la arquitectura de Palacios Rámilo es “sustancialmente escenográfica y ecléctica, con estructuras metálicas revestidas de estuco y atrevidas yuxtaposiciones de elementos metálicos y pétreos”. Ambos expertos coinciden en que Palacios “fue un extraordinario constructor”.

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Arquitecto del Metro de Madrid, autor de su logo romboide, construyó también en Andalucía, señaladamente en Málaga. Su estudio madrileño se hallaba en la calle de Cedaceros. Inmerso en los acontecimientos vividos en España durante la Guerra Civil y la inmediata posguerra, durante una fase de revisión de su propia obra, Antonio Palacios, que nunca se adaptó a la vida social madrileña, entonces muy clasista, murió en 1945 en una pequeña vivienda construida por él en el enclave madrileño de El Plantío, hoy adscrito al Distrito de Moncloa.

Reserva para participar en visitas guiadas y conciertos www.antoniopalacios.es

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