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Recorrido perruno

La escritora y su can, ‘Colega’, frecuentan juntos cafés, librerías, galerías de arte y tiendas

Micaela de la Maza, en el bar Matute con su perro Colega.
Micaela de la Maza, en el bar Matute con su perro Colega.SAMUEL SÁNCHEZ

1. La Piola. Cuando te pides un vino o una caña, te ponen unas patatas fritas de la churrería del barrio que crean adicción. Me gusta sobre todo a la hora de la comida, porque suele estar más tranquilo: así puedo leer el periódico y tomar algo. Tiene unas ensaladas estupendas y salmorejo casero. Colega, mi perro, también es fan de sus patatas, claro. (León, 9).

2. Heredero de Crispín. Si cuando andamos por la zona no entro, Colega se queda clavado en la puerta. Siempre quiere saludar a Juan Carlos, porque además de mimos, le caen chuches. Y ahora también saluda a Lorca, un galgo recién adoptado que es un bellezón. (Moratín, 25).

Estrella canina

Micaela de la Maza ha convertido en estrella a Colega, un perro mestizo de nueve años que protagoniza una app tras triunfar con SrPerro, una guía de lugares perrunos de toda España. Ahora renueva sus libros de Madrid y Barcelona.

3. Matute. Aquí siempre hay buen ambiente. Es un local chulo en un entorno maravilloso: la Casa de Pérez Villaamil, uno de los pocos edificios modernistas de Madrid. La hamburguesa está muy buena y su terraza, en la que da el solecito en invierno, es perfecta para poder tirarle la pelota a Colega mientras tomo algo. Así disfrutamos los dos. (Plaza de Matute, 12).

4. Tekoe. Difícilmente podrían ser más simpáticos con los canes: siempre hay agua, chuches y mimos. Es estupendo sentarse a trabajar un rato. (Huertas, 22).

5. Casa del Libro Gran Vía. Todas las tiendas de la cadena son perrunamente simpáticas. Me hace mucha, pero mucha ilusión ver las pegatinas de Sr.Perro en la puerta cada vez que entro. Ah, y aquí podéis encontrar nuestros libros con las mejores direcciones perrunas de Madrid y Barcelona. (Gran Vía, 29).

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6. Kikekeller. Es un espacio sorprendente. Tienen mucho arte y son muy simpáticos. Es increíble el cambio radical de cada fin de semana, cuando la tienda-galería se convierte en bar. Adoran las visitas caninas. (Corredera Baja de San Pablo, 17).

7. Parque del Retiro. Curiosamente, la zona del Retiro a la que nunca voy es el área canina. En cambio, pasear por el parque, sobre todo entre semana, en el horario en el que puedes llevar al perro suelto —a partir de las 19.00 en invierno y de las 20.00 en verano, hasta las 10.00— me parece un lujo. Una vez que conoces bien El Retiro, es fácil deambular por las zonas donde hay menos gente.

8. Galería Blanca Berlín. Creo que fue una de las primeras galerías de arte en la que entré con Colega. Me gusta porque están especializados en fotografía y porque aquí he visto maravillosas obras de uno de mis fotógrafos favoritos, Juan Manuel Castro Prieto. Y porque una vez, después de ver una expo, Blanca Berlín me regaló ¡un filete para Colega! (Limón, 28).

9. The Point. Es una tienda de muebles y objetos muy especiales: la gran mayoría de ellos son ideados por José, que recupera y crea todo tipo de mesas, estanterías, lámparas… Piezas sobrias, sólidas y muy chulas. Por encima de todo, es un placer entrar y charlar con él, le apasiona lo que hace y eso es contagioso. (Ribera de Curtidores, 12).

10. Ganz Café Bistrot. Ahora que tantos restaurantes parecen clones, me gusta mucho Ganz porque es un lugar diferente. La estética es algo parisina, elegante y cuidada. Desde el principio fueron perrunamente simpáticos, se come muy, muy bien y se está muy a gusto. Ah, y también tienen un brunch especialmente recomendable. (Almadén, 9).

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