“Todo lo decidían Granados y sus asesores”
Carmen Plata, exdirectora general de Arpegio, exculpa a Esperanza Aguirre de las posibles irregularidades en la gestión de la empresa pública
“Yo no decidía qué convenios se hacían o no, era una gestora que recibía la información del señor Granados (Francisco Granados) o de su entorno, casi siempre de sus asesores”, ha afirmado Carmen Plata Esteban, ex directora gerente de la Fundación Arpegio, investigada por el juez Eloy Velasco en la trama Púnica, ante la Comisión de Investigación sobre la Corrupción de la Asamblea de Madrid. Plata trabajó en la Fundación desde su creación en diciembre de 2006, cuando el máximo responsable de Arpegio era Francisco Granados, hasta junio de 2011, fecha en la que solicitó una excedencia. Ha exculpado completamente a Esperanza Aguirre. “Nunca me llamó”.
La decisión de crear la fundación era “devolver a los madrileños parte de los beneficios de la empresa Arpegio”, que en 2005 habían ascendido a más de 129 millones de euros, ha mantenido la exdirectora. Desde la institución se repartieron unos 10 millones de euros mediante subvenciones y convenios, que ahora están bajo la lupa de la Audiencia Nacional.
A la exdirectora, sin embargo, no le “chocó” ningún convenio llevado a cabo por la Fundación Arpegio porque no habría seguido adelante. Preguntada por un concierto llevado a cabo por Waiter Music (empresa investigada en la Púnica) ha respondido que “lo que tenía que decir se lo dije al juez”. Plata es afiliada al PP y ha ocupado diferentes cargos, entre otros fue directora general en Sanidad y concejal del PP de Getafe entre 1995 y 2014.
El espectáculo musical se celebró en marzo de 2007 en el Palacio de los Deportes de Madrid, intervinieron un coro infantil y artistas como Mike Oldfield, Tears for fears, John Miles y Ana Torroja. La entrada costaba 50 euros, pero se regalaron miles. La Fundación Arpegio patrocinó el evento con 139.200 euros. La Audiencia Nacional estudia si Granados obtenía comisiones de las actuaciones que organizaba Waiter Music.
En cuanto a los diferentes convenios que se firmaron sin que se convocaran licitaciones públicas y, por lo tanto sin ningún control, en opinión de los diputados. “Son contratos claramente encubiertos, sin ningún control y por un total de 800.000 euros en 2007”, ha dicho Encarnación Moya representante socialista. Plata ha mantenido que se pedían ofertas “como mínimo tres”. La ley de contratos les permitía en ese momento actuar de ese modo, sin convocar concursos públicos, ha añadido. Solo hubo una licitación pública para la recuperación del Cerro de los Ángeles.
La exdirectora defendió que existía control en la fundación. Por un lado, se encontraba el patronato que aprobaba el plan de actuaciones a seguir y el presupuesto. Posteriormente se realizaba una auditoría externa, se aprobaban las cuentas, se enviaban a la Cámara de Cuentas de Madrid y al Protectorado de Fundaciones de la Comunidad de Madrid. Desde la propia fundación confirmaban si se había realizado o no el proyecto de forma satisfactoria. Y, por último, “pedíamos una memoria justificativa, también económica”.
Dos exconsejeras no detectaron ninguna irregularidad
“No tengo constancia de que existiera ninguna ilegalidad en la Fundación Arpegio”, ha declarado hoy ante la Comisión de Investigación de la Corrupción la exconsejera de Medio Ambiente y Urbanismo,
Beatriz Elorriaga, que sustituyó a Granados como responsable de Arpegio y su fundación en 2007. Estuvo en el cargo solo tres meses, antes de ser sustituida por Ana Isabel Mariño, que también ha asistido hoy a la misma comparecencia. Ha asegurado que cuando llegó lo único que le llamó la atención fue la amplitud del objeto social de la Fundación, que se propuso limitar. Al mismo tiempo, contrató a la abogada Elisa de la Nuez para establecer unos procedimientos de contratación, que aseguró el pasado 8 de mayo ante el mismo foro que en dicha institución “no había criterios profesionales ni controles para decidir que se hiciera una cosa u otra”.
Sobre la exdirectora general de la Fundación Carmen Plata de la Fundación, ha dicho que “era la ejecutora de los proyectos y hacía lo que tenía que hacer”. Los proyectos llegaban desde las diferentes consejerías y después se decidía si se llevaban adelante o no.
Lo mismo ha mantenido Ana Isabel Mariño, responsable de Arpegio de 2008 a 2011 cuando era consejera de Medio Ambiente. Ha descargado sobre Plata la responsabilidad de las contrataciones que se llevaron a cabo durante su mandato. “Era una buena profesional”, ha puntualizado. “Cuando llegué la institución estaba consolidada, y mantuve a las personas”.
Mariño ha admitido también que firmó convenios por más de 600.000 euros con medios de comunicación. "Fue una decisión de mi consejería (Medio Ambiente y Urbanismo)", ha puntualizado. ¿La razón? "Porque nos sacarían en páginas preferentes y era el objetivo al que queríamos llegar", ha respondido. La diputada del PSOE, Encarnación Moya, se ha referido a convenios firmados con medios que son "afines ideológicamente" al PP, como la Cope y La Razón.
Durante el mandato de Mariño se creó una Mesa de Contratación para adaptar la Fundación a la ley de contratos públicos, porque hasta que cambió la legislación en 2007 la institución funcionó como un ente de derecho privado, lo que implicaba un control más laxo. También se elaboraron procedimientos de contratación.
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