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La Asamblea plantea limitar el tiempo que los niños dedican a los deberes

Ciudadanos presenta una proposición no de ley que pide que se establezca un tiempo máximo de dedicación a los deberes

Esther Sánchez

La Asamblea de Madrid ha aprobado una proposición no de ley, rebajada con respecto a la inicial, que pretende racionalizar los deberes y limitar el tiempo que los niños les dedican cada día. Han votado a favor Ciudadanos, grupo del que ha partido la iniciativa (no vinculante), PSOE y Podemos. El PP se ha abstenido. En primer lugar, se impulsará una comisión de expertos con participación de la comunidad educativa que sirva de base para estudiar un “instrumento legal” que regule las tareas extraescolares en Educación Primaria y el porcentaje de tiempo máximo semanal que deben dedicar los alumnos a las mismas.

La petición llega después de que Eva Bailén, madre de un niño que cursa 5º de Primaria, abriese una petición en change.org “por la racionalización de los deberes en el sistema educativo español”. En ocasiones su hijo solo tiene tiempo para ducharse e irse a la cama. La propuesta, que comienza en mayo de 2015, fue un éxito, de momento lleva recabadas 208.000 firmas.

Se propone también la elaboración de un catálogo de buenas prácticas para la Educación Secundaria, que se informe a las familias sobre la programación de estas tareas y que existan mecanismos de coordinación entre profesores. La proposición no de ley plantea que sean tareas complementarias de las desarrolladas en horario escolar y “motivadoras”, de lectura, reflexión, investigación y motivación; limitando las tareas repetitivas que ya se imparten en las aulas.

María Teresa de la Iglesia, diputada de Ciudadanos, ha asegurado en su intervención ante el pleno que la iniciativa no ataca a la “libertad de cátedra de los profesores” que pueden ejercer en el horario lectivo. Fuera de las aulas, añadió, los padres tienen derecho a elegir “como educar a sus hijos, más ocio, jugar más con ellos”.

Bailén, que se encontraba presente en la Asamblea, ha explicado que no pretende “que desaparezcan los deberes, pero no tiene ningún sentido que los niños no tengan casi tiempo para nada”, explica Bailén. En su opinión, se trata de la punta del iceberg de una serie de problemas que afectan al sistema educativo español. Tampoco encuentra el motivo de que dependa del profesor la carga mayor o menor de trabajo que los niños llevan a casa. “Los padres deberían poder conocer la forma en la que se gestionan los deberes de un colegio a la hora de elegirlo”, explica. Ella tiene otras dos hijas, que cuando empezó con la recogida de firmas tenían menos deberes que su hermano a pesar de acudir al mismo centro escolar.

La proposición no de ley plantea que sean tareas complementarias de las desarrolladas en horario escolar y “motivadoras”, de lectura, reflexión, investigación y motivación; limitando las tareas repetitivas que ya se imparten en las aulas. Sindicatos como CCOO y ANPE, mayoritarios en la enseñanza madrileña, se oponen a que sean los políticos los que regulen esta cuestión, y defienden el papel de los profesores y los centros docentes para determinar el tiempo que se dedica a los mismos. El debate está en la calle.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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