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La okupación de la antigua Lonja reabre el debate sobre el edificio

Los vecinos exigen que el inmueble de la calle Avinyó se destine a equipamientos

Alfonso L. Congostrina

Los vecinos de la calle Avinyó de Barcelona se han levantado esta mañana con el antiguo edificio de la Lonja okupado. Lejos de protestar por el asalto al edificio vacío, y en desuso desde hace siete años, la presidenta de la asociación de vecinos y comerciantes de Avinyó, Teresa Caja, ha asegurado que “con esta okupación se abre la posibilidad de que las administraciones vuelvan a preocuparse por este edificio emblemático que está totalmente humillado”.

Los turistas paraban ante la plaza de la Verónica. Delante, el imponente edificio del antiguo Borsí o casino mercantil. Un edificio de finales del XIX propiedad de la Generalitat y catalogado como bien cultural de interés local. Durante toda su historia ha tenido diferentes usos, el último fue como Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, también conocida como la Lonja. “El 4 de diciembre de 2009 los alumnos se encontraron con el centro cerrado, lanzaron pintura contra la puerta y protestaron”, recordaba Caja. Desde entonces el Borsí ha estado cerrado.

Hace un año la empresa Mediapro anunció que proyectaba convertir el edificio en un museo al cineasta Woody Allen. La ocurrencia dio para grandes titulares pero nunca más se supo.

El domingo una de las columnas de las tres manifestaciones alternativas con la que la izquierda anticapitalista festejó el Primero de Mayo en Barcelona marchó por la calle Avinyó dirección al mar. “Aprovecharon el tumulto para trepar por alguna ventana lateral”, recordaba ayer el dependiente de una tienda de ropa. Una decena de individuos accedieron al edificio y desplegaron varias pancartas. La principal rezaba: Ciudad Refugio? Hipocresía de Mierda, en clara alusión al cartel que corona la fachada del Ayuntamiento de Barcelona y que da la bienvenida a los refugiados. Durante el día de ayer fueron cambiando los eslóganes. Uno de ellos iba dirigido a la inmensa mayoría de personas que caminaba por delante del Borsí: Tourist go home, Migrant Wellcome.

“Aquí necesitamos que se hagan equipamientos y espero que ahora la okupación sea un foco de atención para transformar el Borsí en algo para los vecinos del barrio y no siempre para los turistas”, criticaba la presidenta de la asociación de vecinos. La Generalitat no ha denunciado la okupación.

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