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El Canal creó un negocio que persigue a morosos de otras empresas

La web de la empresa publicita “escuchas a distancia grabadas en vivo” .Algunos ciudadanos denuncian en la Red acoso

Elisa Silió
Entrada de la empresa GSS en Villa de Vallecas.
Entrada de la empresa GSS en Villa de Vallecas.

El Canal de Isabel II, la mayor empresa pública de la Comunidad de Madrid, participó en 2002 en la creación de un servicio de cobro de deudas, gestión de créditos y carteras de impagados dentro de GSS Line. Es decir, una compañía que persigue por todos los medios a los supuestos morosos. Incluso su web publicita “escuchas a distancia (grabadas en vivo)”. El Canal vendió las acciones en GSS Line en 2007, pero sigue ligada al grupo con el 25% de GSS Venture.

“El objetivo único es garantizar el agua”

La Cámara de Cuentas de Madrid ya en 2010 alertaba de que el Canal con sus negocios en América Latina estaba poniendo en riesgo financiero a la compañía, cuando "el objetivo inicial y único de su creación es garantizar un servicio público de agua a los madrileños".

Facua, la asociación de consumidores, ahonda en esta idea. Rubén Sánchez, su portavoz, sostiene que "las empresas de agua deben de preocuparse del suministro y el saneamiento, no de otros negocios. Es lo que corresponde a la factura que pagamos por el agua”.

La oposición en la comisión de endeudamiento que estos días estudia en la Asamblea las cuentas del Canal se plantea si está justificado en términos de moral política y de política pública que la entidad actúe en Latinoamérica cuando no realiza todas las funciones del ciclo integral del agua en Madrid. Allí también recauda impuestos.

Contratar los servicios de recobro de GSS es gratuito. “¡No pagas nada! Cobramos por resultados de recuperación”, se anuncian en Internet. Así que la compañía debe esforzarse para cobrar la comisión. Por eso usa “todos los canales para la recuperación (teléfonos, e-mail, SMS o carta)”, detallan, y cuenta con muchos medios. Desde teléfonos con el prefijo de cada provincia para no llamar la atención o “la tecnología más avanzada como speech analytics y business”.

El servicio gestiona el recobro “desde la fase amistosa a la judicial” e incluye “informes online para clientes con acceso a los estados de los expedientes y escuchas a distancia (grabadas en vivo)”. Ofrece esta labor a empresas financieras, de telecomunicaciones, servicios y seguros.

GSS dispone hasta de una “filosofía del recobro”. En su opinión “es un acto de fidelización”, y su “objetivo” es el cobrar “en el menor tiempo posible”. Por eso actúa “con firmeza, pero también con respeto”, intentando siempre “preservar las relaciones comerciales de nuestro cliente”, porque “por encima de todo” se asegura la imagen de este.

“GSS es la empresa de recobros más implacable de España. Os llamarán entre tres y cinco veces al día, incluso los sábados, durante meses y años. Tienen una máquina automática que repite las llamadas cada cuatro horas, y según pasa el tiempo reducen los períodos”, se desespera un perseguido en un foro de internautas. “Solo hay una escapatoria de estos acosadores: instalar en móviles un bloqueador de llamadas, y de tratarse de un fijo, pedirle a vuestra operadora que haga lo propio por el módico precio de 1 euro. El teléfono 93... también es suyo. Buscad en Google GSS y veréis sus tácticas amenazadoras. Sus llamadas se graban y no lo dicen”, prosigue.

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GSS insiste en la web en que garantiza “un estricto cumplimiento de la legislación vigente (LOPD)”. Internet recoge el testimonio de un ciudadano que acudió a la Guardia Civil para saber quién le llamaba insistentemente y descubrió que era GSS.

La federación de consumidores Facua recuerda que es legal que las empresas vendan sus deudas a una de recobro, pero que surgen problemas porque no se puede reclamar una factura por un servicio no prestado o mientras haya un litigio, por ejemplo ante un arbitraje de consumo.

Fuentes del Canal de Isabel II explican que ellos tienen el 25% de las participaciones en GSS Venture (el call center de la entidad), pero ninguna capacidad ejecutiva. Al no ser una filial de Canal sus cuentas no consolidan en los presupuestos de la empresa pública. Los recobros dependen de GSS Line. El negocio de perseguir impagos se montó en 2002, un año después de que Canal comprase el 20% de la compañía. Cinco años más tarde la empresa pública vendió sus participaciones en GSS Line y se mantiene en GSS Venture, que comparte con la primera edificio y la página web en la que se publicita el recobro.

Las mismas fuentes del Canal recuerdan que los recobros son uno de los servicios de GSS. Estos incluyen una unidad “dedicada exclusivamente a proyectos de motivación de personas”, otra de gestión de seguros o un call center que trata de convencer a los clientes de que no se cambien a otra compañía del sector.

El pasado julio el Tribunal Administrativo de la Contratación Pública anuló el concurso del call center del Canal para averías. Lo había ganado GSS Venture, participada en un 25% por la empresa pública. El tribunal entendió que no se podía deslocalizar el servicio que iba a ser prestado por 250 teleoperadores desde Perú. GSS Venture hizo una oferta de 15,4 millones, frente a los 20 de la licitación. Las otras dos empresas que concurrían denunciaron que no habían podido competir en igualdad de oportunidades.

En 2013 Facua lanzó una campaña, #yoonosoymoroso, protagonizada por Rubén Sánchez, su portavoz, quien durante dos meses recibió llamadas de GSS para que pagase la permanencia en una compañía de móviles tras mudarse a otra. En el vídeo, que incluye una llamada real de GSS,  Sánchez argumenta a la telefonista que le cambiaron las condiciones de la tarifa y no va a abonar la factura. Ella, por su parte, le informa por enésima vez de que van a tomar medidas legales.

 “El vídeo se convirtió en un fenómeno viral en YouTube [507.000 visitas, ayer] y dejaron de llamarme”,  cuenta EL PAÍS Sánchez.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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