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Condena a Castelldefels por tolerar el ruido de los chiringuitos

El Ayuntamiento vulneró "derechos fundamentales" de los vecinos con su "inactividad" ante la contaminación acústica en la playa

Jesús García Bueno
La playa de Castelldefels, en una imagen de archivo.
La playa de Castelldefels, en una imagen de archivo.MARCEL·LÍ SÀENZ

Un juzgado ha condenado al Ayuntamiento de Castelldefels por tolerar los ruidos de los chiringuitos en la playa del municipio. Los establecimientos han vulnerado de forma reiterada, durante cuatro años, la normativa sobre contaminación acústica y el Consistorio, recoge la sentencia, "no ha dado ninguna respuesta" a esas infracciones. Con su "inactividad", subraya la resolución, Castelldefels ha "lesionado derechos fundamentales" de los vecinos.

El Ayuntamiento no puso "las medidas que tiene a su alcance" y fue permisivo con los ruidos pese a la "infracción reiteradísima de la normativa vigente" sobre ruidos y pese a las "numerosísimas denuncias recibidas y los informes técnicos existentes", agrega la resolución del juzgado de lo contencioso número 5 de Barcelona, que ha admitido el recurso presentado por la Asociación de Vecinos del Baixador de Castelldefels, representada por el Col·lectiu Ronda.

El conflicto viene de lejos. Desde 2012, los vecinos han presentado 41 denuncias y peticiones de información sobre el exceso de ruido en los chiringuitos de la playa de Castelldefels. El Ayuntamiento obligó a los chiringuitos a instalar unos limitadores de audio en sus equipos, pero a un nivel (91 decibelios) muy cercano al límite máximo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera peligroso para el oído humano. Se da la circunstancia, además, de que esos 91 decibelios vulneran la ordenanza municipal que regula el uso de las playas.

La sentencia da al Ayuntamiento un plazo de seis meses para elaborar un mapa de capacidad acústica para el municipio (del que ahora no dispone) y le exige que catalogue el frente marítimo de Castelldefels como zona A4, o sea de predominio de uso residencial. Como tal, debe estar protegida, lo que obligará a los chiringuitos a respetar el límite de emisión de 60 decibelios en la normativa sobre contaminación acústica.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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