_
_
_
_
_

Los coches eléctricos tendrán siempre un punto de recarga rápida a menos de 10 minutos

La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital despliegan una red para apuntalar el crecimiento récord de estos vehículos ecológicos en lo que va de año

El coche eléctrico en una gasolinera de Alcobendas.
El coche eléctrico en una gasolinera de Alcobendas. ULY MARTÍN

La venta de vehículos eléctricos se ha disparado en lo que va de año, y las Administraciones quieren contribuir a apuntalar esa tendencia. Así, para vencer “la ansiedad de rango”, es decir, el miedo del conductor de un coche eléctrico a quedarse tirado en medio de la nada con la batería descargada, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital están desplegando una red de puntos de carga rápida para que siempre haya uno a menos de 10 minutos de circulación a velocidad normal. El Ayuntamiento planea además convertirse en gestor de carga, a través de la Empresa Municipal de Transporte, para abastecer de electricidad barata.

En marzo se batió el récord histórico de venta de coches eléctricos, con 559 vehículos en todo el país (más que en todo 2012). En lo que va de año, se han matriculado 1.055, un 175% más que en el primer trimestre de 2015. A ello se suma el incremento de vehículos híbridos (2.174 en marzo y 6.385 en lo que va de año). Madrid lidera e impulsa el sector, con 192 eléctricos en marzo y 361 en lo que va de año, es decir, un tercio del total. Sigue siendo, en todo caso, un mercado muy reducido: la suma de eléctricos e híbridos supuso un 7% del total de matriculaciones de turismos y todoterrenos a nivel nacional. Pero el año pasado ese porcentaje era del 4%.

En gasolineras mejor que en la vía pública

El Ayuntamiento ha autorizado puntos de recarga rápida en la gasolinera de la calle de Alberto Aguilera (Repsol); en el polígono industrial de La Atayuela, en el Ensanche de Vallecas (Repsol) y en el barrio de Las Tablas (DISA).

De los 24 puntos existentes en la vía pública, sólo uno puede ser habilitado para carga rápida, pero tendría que estar vigilado porque, en caso de vandalismo, provocaría situaciones de peligro por su elevada tensión; en Barcelona, por ejemplo, sólo hay uno en la vía pública.

En cuanto a los aparcamientos públicos, sólo 12 de los 75 puntos de carga de instalaciones municipales son rápidos (en la calle de Orense y en de Nuestra Señora del Recuerdo).

No existe un registro de cuántos coches eléctricos circulan por la capital, pero el Ayuntamiento ha otorgado 2.193 autorizaciones para aparcar gratis en el área de estacionamiento regulado; a partir de ese baremo, no supondrían más del 0,1% del parque móvil.

Los esfuerzos municipales para su implantación se concentran en la compra de autobuses urbanos y en las subvenciones al taxi.

Pero el Plan de Movilidad Urbana aprobado en diciembre de 2014 lo comprometió a reforzar los incentivos fiscales (ahora se bonifica el 75% del impuesto de circulación), rebajar las tarifas de los aparcamientos públicos (los parquímetros ya son gratuitos) y habilitar una red de recarga rápida en gasolineras, centros comerciales y parkings subterráneos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Más información
Madrid aparca el coche eléctrico
Carmena prohibirá los coches diésel contaminantes en Madrid para 2020
Carmena prohibirá circular a todos los coches si se dispara la contaminación
Madrid expulsa el coche del centro

En 2012 había 147 puntos de recarga en aparcamientos públicos y 24 en la calle. En 2016, hay los mismos. En 2012, la factura anual de los 24 puntos en la vía pública ascendió a 728 euros de recibo de la luz (3.532 KwH). En 2016, el consumo se ha triplicado (10.433 KwH), pero sigue en mínimos: sólo se usan seis veces al día.

La concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés (Ahora Madrid), entiende que esos puntos generan visibilidad, promocionan la movilidad eléctrica y cubren necesidades puntuales. Pero apuesta sobre todo por desarrollar una red de recarga rápida de acceso público en entornos vigilados (aparcamientos, gasolineras).

Una hora por 2,3 euros

La diferencia es clave para el desarrollo de esta tecnología: una recarga normal dura ocho horas de media y puede costar 22,5 euros, mientras que la carga rápida supone una hora y 2,3 euros.

Por ello, la Comunidad de Madrid (PP) está cartografiando la región para identificar los puntos en los que promover la colocación de recargas rápidas. Promover porque el servicio deben prestarlos gestores de carga (petroleras, eléctricas, etcétera), aunque la Empresa Municipal de Transportes planea convertirse en uno para vender energía en sus instalaciones (aparcamientos), subvencionando los precios según la política municipal de movilidad.

La Comunidad ha entregado ya al Ayuntamiento un mapa de los sectores donde deberían colocarse puntos de carga rápida en la capital para cumplir el objetivo de que nunca estén a más de 10 minutos de circulación. Por ahora, ya tiene tres en proceso. IBIL, uno de los gestores privados que operan en la región, tiene puntos rápidos en Móstoles, Galapagar y San Sebastián de los Reyes.

“Se trata en todo caso de puntos de carga para urgencias. Lo importante es que existan en el domicilio y lugar de trabajo; para eso hay subvenciones públicas”, puntualiza Juan Azcárate, subdirector municipal de Energía.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_