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La pérdida de terrazas acaba con 2.000 puestos de trabajo

El Gremio de Restauración de Barcelona asegura que la revisión de la ordenanza de terrazas que ha eliminado casi 10.500 sillas

Una de las terrazas del centro de Barcelona.
Una de las terrazas del centro de Barcelona.C. Ribas

El Gremio de Restauración de Barcelona asegura que la revisión de la ordenanza de terrazas que ha eliminado casi 10.500 sillas, el 12% de las existentes, ha supuesto la pérdida de 2.000 puestos de trabajo. Y el cálculo, advierte el gremio, es “a la baja”. CC OO y UGT se han sumado a la lucha contra las restricciones a las terrazas de bares y restaurantes de Barcelona. Patronal y sindicatos se han unido para reclamar que se suspenda el punto que fija la distancia que tiene que existir entre las mesas de las terrazas y los portales, las paradas de autobuses o los vados.

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La normativa vigente fue aprobada en 2014 por el anterior gobierno, pero se despliega de forma gradual: cada año se aplica una nueva restricción. Los nuevos impedimentos obligan a perder algunas mesas, o directamente toda la terraza, a 2.587 locales de un total de 4.600 existentes. La medida permite incrementar el espacio público de la ciudad pero a costa de reducir las terrazas, lo que asesta un doloroso golpe al sector de la restauración. “Las terrazas pueden llegar a suponer el 40% de los ingresos de bares y restaurantes”, según Roger Pallarols, director del Gremio de Restauración. Este sector da trabajo a cerca de 120.000 personas y, según los cálculos de la patronal, las restricciones, al final del proceso, podrían llegar a dejar sin trabajo a 15.000 de ellos.

El nuevo gobierno ha decidido aplazar las restricciones que se tendrían que empezar a aplicar en 2016 y 2017, que regulan el tamaño de la terraza y la accesibilidad. Esta votación se realizará hoy miércoles en comisión y la próxima semana se discutirá en el pleno. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también se ha comprometido a modificar la ordenanza para buscar el equilibrio entre “el descanso de los vecinos, la calidad del espacio público y la actividad económica vinculada a las terrazas”. Pero esta modificación tardará.

La patronal valora positivamente estos dos compromisos pero reclama que se suspenda y se aplace la restricción que entró en vigor en 2015 sobre las distancias. Es la aplicación de este reglamento la que está provocando que cada día haya menos terrazas en Barcelona. El Ayuntamiento ya comunicó por carta a 2.240 establecimientos que ocupaban más espacio del que les correspondía con la nueva restricción.

La ley antitabaco sacó de bares y restaurantes a los fumadores, que son los clientes más rentables. El sector reaccionó y en poco tiempo Barcelona dobló el número de terrazas. Fue entonces cuando la administración intentó actualizar la regulación, que estaba en manos de cada distrito, pero sin éxito. Las alegaciones presentadas también reclaman que los dos sindicatos formen parte de la mesa que tiene que discutir cómo será la enésima modificación de la ordenanza.

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